El papel aluminio es uno de esos productos básicos que nunca pueden faltar en el hogar, pues además de servir para conservar el calor en alimentos, es tan versátil que cumple con muchas funciones, aquí te contamos algunos trucos para sacarle todo el provecho.
Recientemente, en las redes sociales se viralizó la utilidad de las bolas de aluminio al meterlas en la lavadora y en la secadora, truco muy fácil y práctico que sirve de gran ayuda, sobre todo en climas fríos.
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¿Cuál es la función de meter bolas de aluminio a la lavadora?
Los expertos indican que este truco resulta útil para eliminar la energía estática en las prendas, pues este metal cumple con absorberla, evitando que las prendas se gasten y duren más tiempo.
Solo es necesario hacer tres bolas de aluminio del tamaño de una naranja o un puño y colocarlas en el primer ciclo de tu lavadora o antes de secar tu ropa.
¿Qué propiedades tiene el aluminio?
Este elemento se encuentra en abundancia en la corteza de la tierra y es un metal ligero que, principalmente, cuenta con alta conductividad térmica, por lo cual es muy utilizado en diversas industrias, como la automotriz, gastronómica y aeronáutica.
Es ligero, por lo cual se usa para fabricar tubos, aviones, automóviles, recipientes y más.
Su alta conducción del calor lo hace ideal para emplearlo en la fabricación de un sinfín de utensilios en la cocina, así como pistones de combustión de los vehículo.
Es resistente a la corrosión, por lo cual es ideal para fabricar envases y latas para la conservación y protección de alimentos.
Tres trucos para usar el aluminio en el hogar
- Afilar cuchillos y tijeras: haz una bola de aluminio y frota el borde afilado de tus tijeras sobre el aluminio; ayudará a recuperar el filo.
- Ahorrar en calefacción: forra un rectángulo de cartón con aluminio y colócalo entre la pared y el radiador de tu calefacción, te ayudará a reducir el calor que es absorbido por la pared y reducir el uso de energía en la calefacción.
- Limpiar plata: forra un recipiente con el papel aluminio y llénalo con agua hirviendo y sal. Sumerge los objetos de plata en el interior por varios minutos. El aluminio absorberá las partículas negras que se hacen en la plata.