Ann Hodges: única sobreviviente al impacto directo de un meteorito

Aunque parezca sorprendente, la realidad muchas veces supera a la ficción como reza una clásica frase; y en esta ocasión parece que toma muchísima veracidad esta cita.

Sucedió en la pequeña población de Sylacauga, que es un poblado rural, en el estado de Alabama y fue en el 30 de noviembre de 1954, la protagonista de esta fantástica historia es Ann Hodges.

Imagina que estás dormitando plácidamente en la sala de tu hogar, cuando de repente, te despierta un golpe en tu cadera, te levantas, observas lo que ha pasado; pero, hay mucho polvo y no logras ver casi nada.

Levantas la vista y en el techo ves un hueco y la estructura de la casa se haya comprometida; frente a ti está tu aparato de radio destruido y debajo, en el suelo, encuentras una pequeña piedra negra; ella es quien te ha golpeado.

La piedra entró por el techo, chocó con la pared, destruyó la radio y de rebote, golpeó a Ann Hodges que estaba acostada.

Esto anterior es lo que sucedió a Ann Hodges y se confirmó que la piedra era un meteorito, primeramente, porque los vecinos afirmaban haber visto el objeto mientras iluminaba el cielo a su llegada; si bien era muy pequeño el meteorito lograron verlo.

La segunda confirmación fue cuando enviaron la extraña roca con un geólogo que se hallaba en esa localidad en trabajos en una mina local.

Y la tercera, y más sólida prueba de que la piedra había viajado desde lo más profundo del universo, era que la analizó un grupo de científicos de la Fuerza Aérea estadounidense y tiempo después, ellos confirmaron la naturaleza espacial de la pequeña roca negra.

La situación atrajo una atención mediática insospechada para la época que mantuvo a los Hodges bajo una constante atención de los medios y de las personas; como vecinos o turistas que llegaban a Sylacauga solamente para observar y conocer a la sobreviviente del impacto de un meteorito.

Ann Hodges terminó falleciendo a los 52 años a causa de insuficiencia renal en 1972; algunas versiones declaran que se precipitó su muerte por la presión de los eventos que le atrajeron tanta atención sobre ella.