Pancho Villa sin duda es un símbolo de un charro mexicano, donde se podría destacar el estereotipo de un 'macho' por su característico sombrero, grueso bigote, además de una valentía para enfrentar a sus adversarios y sin duda una popularidad de mujeriego y hasta los han definido como violento.
Pero según la historia, a Doroteo Arango no le gustaba el alcohol, por el contrario, lo odiaba, por lo que prefería que le prepararan una bebida especial a base de leche y frutas, sí, así es, Pancho Villa era amante de los licuados y cuando eran de fresa, mucho mejor.
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Para sorpresa de muchos, la bebida favorita del Centauro del Norte era el licuado de fresa y con eso se ponía muy contento y platicador. Además de no tomar bebidas alcohólicas, Francisco Villa también era enemigo de cualquier embriagante.
Se sabe que cuando Villa, fue gobernador de Chihuahua, mandó a clausurar bares, cantinas y cualquier establecimiento que vendiera bebidas alcohólicas. Posteriormente, donde había esos lugares de venta de alcohol, construyó escuelas, ya que siempre promovió la educación, a la cual él no pudo acceder de niño.
Así fue Pancho Villa
Se dice que Pancho Villa buscaba las fuentes de sodas en las calles o mercados, para pedir su malteada de fresa, todo esto rompe con la idea que se tiene de los caudillos, como machos combatientes que por las noches se embriagaban y por el día mataban a sus enemigos.
A Villa le gustaba hacer uso pleno de sus facultades mentales. Existe una leyenda, que dice que su experiencia con el alcohol era muy poca, y que en una ocasión, el general Plutarco Elías Calles le invitó un solo trago en la cantina, y que Villa salió completamente borracho.
En el caso de Plutarco Elías Calles, su padre había sido alcohólico, lo que detonó en una infancia muy triste. A partir de eso, Plutarco Elías Calles odió profundamente a las bebidas alcohólicas y a los borrachos.
La idea de que el alcohol era un factor determinante en los problemas sociales era una idea recurrente entre los caudillos de la Revolución Mexicana. En el contexto internacional, Estados Unidos ya tenía las primeras discusiones para implementar la Ley Seca a fin de reformar moralmente la sociedad.