Lleva mensaje de esperanza con su canto, Blanca Guadalupe Aguilar Torres, mejor conocida como Lupita Aguilar “La voz de María”, recorre el país llevando su ministerio musical sanador.
Esta frontera recibió la visita de la cantante dentro de su gira “Estás en mí”, quien realizó diversas actividades, como una presentación especial en la Hora Santa en el Colegio Irlandés.
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Otros de los eventos fueron un retiro y una hora santa pidiendo por la paz, en la casa del Regnum Christi Sección Nuevo Laredo.
Pero sin duda uno de los momentos más especiales de la gira de Lupita Aguilar, en la ciudad, fue por el rosario y la misa en el santuario y parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe.
En este emblemático templo neolaredense, la intérprete guío un rosario por demás emotivo y significativo, en donde luego de cada misterio, compartió diversos mensajes para el enriquecimiento espiritual y compartió diferentes temas religiosos.
Al término del rosario los asistentes pudieron colocar en una cesta, listones de colores con peticiones, anudados todos ellos; para ser llevados posteriormente por Lupita Aguilar, ante la virgen desatadora de nudos, que se encuentren en el Santuario de Cancún.
Enseguida del rosario se ofreció una misa en donde Lupita Aguilar se encargó de la musicalización de la liturgia y fue acompañada por el padre Armando Arizola. La misa estuvo concurrida con un lleno total del templo, en donde los asistentes vivieron una experiencia llena de espiritualidad, comunión y fe.
Su gira llamada “Estás en mí”, recibió este nombre por su último sencillo dedicado de forma especial a la memoria de su esposo.
La cantante estuvo además de esta ciudad en Monterrey, Monclova y Laredo. Continuará con su recorrido en otros municipios de Coahuila en el mes de junio.
Lupita Aguilar es originaria de Cozumel, Quintana Roo. A los 12 años descubrió su don para cantar, sin imaginar que años más tarde se convertiría en una figura importante dentro de la música religiosa. Desde joven se consagró al trabajo en la iglesia, lo cual le permitió trabajar en la formación de jóvenes, en lugares como España, Chile, Brasil, entre otros.
Uno de los momentos más especiales en su carrera fue en el 2000 cuando Lupita Aguilar tuvo la oportunidad de cantarle al Papa Juan Pablo II en Roma, durante un encuentro internacional del movimiento.