Para el sacerdote y activista, Alejandro Solalinde, las medidas migratorias de Estados Unidos no sólo son electoreras, sino temporales, pues durante su visita a Nuevo Laredo, consideró que una vez pasado el proceso de votaciones en el vecino país, el flujo de migrantes va a continuar.
Pasado el tiempo electoral, ellos (los migrantes) van a pasar, ellos tienen vida propia, los migrantes están más fuertes que Joe Biden, que Donald Trump y que cualquiera, estos gobernantes pasan, pero los migrantes no dejan de pasar, los gobernantes se van a acabar y las migraciones van a seguir, no las va a parar nadie. Estas personas con las dificultades que ven, pero van a encontrar la forma de pasar, lo van a lograr, estoy seguro.
Solalinde estuvo ayer en Nuevo Laredo, donde ofreció una conferencia en Estación Palabra el martes, y realizó un recorrido por algunas instituciones educativas, y el refugio temporal del gobierno municipal, donde dialogó con algunos migrantes, alentándolos y exhortándolos a tener confianza en que pronto podrán cumplir su sueño.
Las casas del migrante, las personas, las instituciones, hacen lo que pueden; pero este Estado ha sido gobernado hasta hace poquito por la corrupción y eso afecta de alguna manera los espacios de recepción y de atención a los migrantes, pero la esperanza es grande, porque una vez que Américo Villarreal empiece a sanear, a limpiar el Estado de Tamaulipas y también cuando Estados Unidos pase las elecciones, pienso que se va a flexibilizar la situación.
Solalinde destacó que la migración para Nuevo Laredo significa una gran oportunidad, valiosa, pues considera que son gente trabajadora y con una forma de vida muy interesante que ha pasado por múltiples dificultades, pero no se rinden, algo que comparó con los neolaredenses, a quienes exhortó a ser pacientes ante el cambio y la transformación que vendrá, pues son factores de un cambio social.
“Me llevo muchas cosas muy bonitas, el cariño de la gente, la esperanza del magisterio, de la academia, del pueblo, de los migrantes”, puntualizó.