El gobierno de Donald Trump ha propuesto un plan de deportaciones masivas que inicialmente se enfocaría en inmigrantes indocumentados con antecedentes penales, pero existe la posibilidad de que también se amplíe a toda la población de inmigrantes ilegales en el país.
Esto plantea la interrogante sobre si los inmigrantes con residencia legal permanente (Green Card) están a salvo de la deportación.
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Aunque los titulares de una Green Card gozan de varios derechos, como vivir y trabajar en Estados Unidos de manera permanente y estar protegidos por las leyes del país, su estatus no los hace inmunes a la deportación.
Según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, los residentes permanentes pueden ser deportados si cometen ciertas acciones que infringen la ley de inmigración.
Algunas de las causas que podrían llevar a la deportación incluyen fraude matrimonial, delitos graves como tráfico de drogas o armas, múltiples condenas penales, o actividades terroristas, entre otras.
Elizabeth Uribe, abogada de inmigración, señala que la Green Card es un privilegio, y cualquier acción que ponga en riesgo ese estatus podría llevar a la pérdida de la residencia permanente.
Por tanto, es fundamental que los titulares de una Green Card mantengan un comportamiento que cumpla con las normativas migratorias para evitar perder su estatus y enfrentar la deportación.