En un procedimiento afortunado, un astronauta estadounidense y dos cosmonautas rusos pudieron regresar a salvo a la Tierra tras pasar un año atrapados en el Espacio, dentro de la Estación Espacial Internacional.
Los tres científicos aterrizaron en una zona remota de Kazajistán, gracias a una cápsula Soyuz de remplazo enviada para salvarlos, luego de que su transporte original fuera golpeado por basura espacial y perdiera todo su refrigerante cuando estaba acoplada a la estación espacial.
De hecho, el estadounidense Frank Rubio batió un récord al vuelo espacial más largo de un estadounidense como resultado de su estancia ampliada, en una misión de tan solo 180 días. Actualmente Rusia tiene el récord de más tiempo en el espacio, 437 días, fijado a mediados de la década de 1990.
Para fortuna de Rubio y de los cosmonautas Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin, les fue enviado el remplazo hace dos semanas, luego de un trozo de basura espacial perforara el radiador de la cápsula original el año pasado, en una misión que tenía como duración de tan solo seis meses.
El temor surgió tras analizar la situación y concordar que, en efecto, el no tener refrigerante podría causar un sobrecalentamiento en los dispositivos electrónicos y cualquier ocupante de la cápsula, poniendo en riesgo la integridad de la nave.
“Nadie merece regresar con sus familias más que ustedes”, dijo esta semana el nuevo comandante de la estación espacial, el danés Andreas Mogensen.
De momento Rubio mantendrá el récord estadounidense, pues la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) no tiene planes de enviar a otro astronauta más de un año a la Estación Espacial Internacional. De hecho, Rubio dijo que el efecto psicológico de pasar tanto tiempo en el espacio había sido mayor de lo que esperaba.
“Abrazar a mi esposa y mis hijos va a ser primordial, y probablemente me centraré en eso los primeros días”, afirmó el astronauta.