A lo largo de la humanidad se ha representado a Jesucristo a través de diversos soportes: en grabados, en pinturas y, posteriormente, en el cine. Ahora, la tendencia de la generación de imágenes por inteligencia artificial se unió a la búsqueda del rostro del llamado hijo de Dios.
La publicación Muy Interesante, dedicada a la divulgación de la ciencia y tecnología, realizó sus propios experimentos con las IA. El primer intento, un poco más superficial, arrojó un modelo visual muy similar a lo que históricamente se ha plantado: un hombre blanco, con barba, pelo largo e incluso ojos azules. Incluso algunos usuarios destacaron que se parece al actor Jared Leto.
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En la segunda oportunidad, los límites y especificaciones fueron más finas. Incluyeron los datos que la ciencia y la investigación pueden sustentar. Con referencia a la época, a las localizaciones expresadas en La Biblia y más, el resultado fue distinto. Ahora, muestra un hombre con la tez morena, igual con barba prominente, pero el cabello lo tiene más corto y sus ojos son entre castaño y verdes.
La última imagen se suma a la corriente de pensamiento que apunta a un Jesucristo sin facciones eurocéntricas. En 2001, Richard Neave, artista y médico especializado en reconstrucción facial, comandó una investigación: el resultado impactó a todos. El modelo era totalmente ajeno a lo que culturalmente fue impuesto. El rostro era más tosco, con la nariz ancha; el cabello lo tenía quebradizo y no liso como se ha manejado. Asimismo, es de tez morena. La tesis fue defendida por la BBC, quienes patrocinaron el trabajo científico y artístico.
Un debate interminable
Es verdad que la discusión sobre la apariencia de Jesucristo está lejana a terminar. Mientras unos defienden la imagen hasta ahora establecida, otros buscan una alternativa con más base histórica. Lo cierto es que las épocas han afectado y permeado la cosmovisión, tal y como sucedió en el Renacimiento con obras destacadas como La Última Cena de Leonardo Da Vinci.