Antes que el hombre pisara la Luna en 1969, los soviéticos ya se habían adelantado a los estadounidenses en sus misiones espaciales.
Fue una década antes, el 12 de septiembre de 1959 cuando el cohete Vostok-L, que había salido del cosmódromo de Baikonur, dirigía la sonda espacial Luna-2 (también conocido como Lunik-II) con destino a la Luna.
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Al día siguiente ese pequeño aparato soviético de tan solo 390 kilos de peso y 0.9 metros estaba estrellándose a las 21:02 contra la superficie lunar en una región conocida como Palus Putredinis, dos días después de su lanzamiento.
Fue el primer dispositivo hecho por el hombre en alcanzar la Luna, después de un largo viaje y un duro aterrizaje. Observadores soviéticos y extranjeros registraron el impacto de la sonda, para luego perderse la señal de radio. Se cree que al estallar contra la Luna, a una velocidad de 12 mil kilómetros por hora, el artefacto explotó.
El Lunik II llevaba en su interior una insignia soviética. Tres días después de haber sido lanzada la sonda al espacio, el, 15 de septiembre de 1959, Nikita Jrushchov entregó al presidente estadounidense Dwight Eisenhower una copia del banderín como recuerde de la misión. Actualmente ese banderín se encuentra en la Biblioteca Museo Presidencial Eisenhower en el estado de Kansas.
La sonda tenía un diseño similar al Lunik I, una sonda esférica con antenas y partes de los instrumentos que sobresalían. La instrumentación era semejante, incluyendo los mostradores de centelleo, los contadores Geiger, el magnetómetro, los detectores Cherenkov, y los detectores de micrometeoritos.
Fue el primer instrumento y la primera misión espacial en llegar con éxito a la Luna.