Han pasado 19 años desde el asesinato de Valentín Elizalde, pero la herida sigue abierta. Fanáticos, creadores de contenido y amantes del regional mexicano continúan recordando aquella madrugada en Reynosa como uno de los episodios más desgarradores en la música. No sólo por la popularidad arrolladora que tenía el cantante en ese momento, sino por la violencia con la que fue acribillado y las teorías que, hasta hoy, siguen alimentando el misterio alrededor de su muerte.
Hoy, el palenque donde dio su último concierto y donde comenzó la tragedia luce abandonado, cubierto por pasto crecido, muros desgastados y estructuras oxidadas. Entre los vestigios destaca la figura metálica de un gallo, colocada años después en su honor, como un recordatorio silencioso de la noche que cambió la historia de la música norteña.
El ascenso del ‘Gallo de Oro’
Valentín Elizalde irrumpió a principios de los 2000 con una voz cruda y un estilo que conectó de inmediato con la gente. Su carisma y la fuerza de sus interpretaciones lo llevaron rápidamente a ser uno de los nombres más importantes del norteño, los corridos y el regional mexicano. Para muchos, su voz es aún parte indispensable de fiestas, reuniones familiares y playlists que mantienen vivo su legado.
A casi dos décadas de su muerte, temas como “Vete ya”, “Ebrio de amor”, y “A mis enemigos” continúan acumulando millones de reproducciones. Su figura no sólo no se ha desvanecido, sigue creciendo.
La madrugada que cambió todo
El 25 de noviembre de 2006, tras presentarse en el palenque de la Expo-Feria de Reynosa, Valentín salió del recinto después de la 1 de la mañana. Saludó a fanáticos que lo esperaban y subió a su camioneta Suburban junto con su representante Mario Mendoza, su chofer Reynaldo Ballesteros y su primo Fausto “Tano” Elizalde.
Apenas avanzaron unos metros cuando sujetos armados les cerraron el paso. Abrieron fuego más de 50 veces. El intérprete recibió disparos en la cabeza y el torso; su representante y su chofer murieron en el lugar.
El palenque hoy: un santuario olvidado
Con el paso del tiempo, el palenque quedó en ruinas. Creadores de contenido han documentado su aspecto actual en TikTok e Instagram, mostrando butacas rotas, estructuras desmanteladas y una atmósfera que parece detenida en el tiempo.
Aun así, sigue siendo un punto de peregrinación silenciosa para quienes buscan recordar al cantante en el lugar donde lo escucharon por última vez.
A 19 años, Valentín Elizalde sigue siendo símbolo de autenticidad, fuerza y conexión con el pueblo mexicano. Su voz continúa llenando reuniones, carreteras y rincones donde su música sigue siendo refugio emocional.
