La caída en Laredo, Texas de esa otrora “fortaleza” comercial al menos en su primer cuadro ya no sorprende, pero de ese complejo de tiendas y ante su inminente deterioro sí que es de lamentarse, al apreciarse del Mall del Norte,, el ocaso de un grande.
Al menos y para la mayoría de los fronterizos, el cruzar al lado americano propiamente a Laredo, Texas ha significado y por muchas décadas el ir en busca de esa “abundancia” comercial, opulencia y variedad que por igual se apreciaba no tan solo en el centro de esa ciudad, sino hacia más al norte debido a su crecimiento empresarial.
Por lo mismo, los neolaredenses sabían y exactamente a qué lugares acudir para comprar mucho más barato, adquirir lo más novedoso, sentirse pues, parte de esa constante publicidad televisiva, radial o periodística que invitaba a ser partícipe de esa modernidad al estilo único de la vida norteamericana.
Debido a esa inquietud, muchas tiendas departamentales, joyerías, perfumerías, confortables restaurantes -los de comida rápida-, de electrónicos con lo más innovador y novedoso del momento, se establecían estratégicamente para estar al alcance de su principal socio, su consumidor.
Construyendo algunos empresarios, sobre todo foráneos y para lo mismo, edificios tan llamativos y cómodos, representativos de sus propias firmas comerciales, otros como los comerciantes locales, ocupaban esos otros espacios más modestos, pero con grandes detalles arquitectónicos que les daban ese plus a sus tiendas.
Sin embargo, el poder económico siempre ha prevalecido, y esa superioridad se impuso ante el pequeño comerciante al construirse aquel famoso Mall del Rio, complejo comercial que sorprendió a los habitantes de ambas fronteras por su modernidad de aquellos tiempos.
Pero más que apabullar por decir así al comercio del centro de Laredo, este Mall lo fortaleció, pues el paso obligado de la gente por sus locales, hacía que por igual se derramara economía, logrando con esto subsistir ante esa dispareja competencia.
Muchos ciudadanos recordaran el aviso de la construcción de otro Mall, pero más al norte de Laredo, desarrollo comercial que muy pocos le daban buenos augurios al pensarse que estaba demasiado lejos del consumidor al menos mexicano.
Cierto, con el paso del tiempo la gente y por curiosidad comenzó a acudir a ese alejado sitio, unos en sus autos, otros utilizando aquellos camiones que más que urbanos parecían que te llevarían a San Antonio por su comodidad, presentación y cuidado.
Así y de ese modo los niños y niñas disfrutaban junto a su familia de ese largo paseo, cierto, en carro el trayecto era mas rápido, pero en esos bonitos camiones se disfrutaba tramo a tramo, y la emoción se acrecentaba al ver esas altas palmas que indicaban que al Mall del Norte ya se había llegado.
Por esos tiempos el Mall del Norte comenzaba a destellar como ese nuevo complejo comercial, por lo mismo tiendas tan importantes se disputaban por obtener de ahí un espacio, el fortalecimiento de ese sitio daba pie a ese ya pronosticado crecimiento.
Afortunadamente para ese otro tipo de comerciantes, de empresarios al menos a nivel local, sí, esos que sufrieron de esos cambios y arrebatamientos y que en esas épocas algunos cerraron sus puertas, hoy y al estarse apoyando mutuamente han subsistido.
Y no precisamente de la mano del Mall del Norte como les sucedió a los comerciantes del centro de esa ciudad al lado del Mall del Río, sino de sus propias inversiones, de la construcción por igual de complejos comerciales que ahora sí y por todos los rumbos de Laredo, Texas se han dejado ver en estas últimas décadas.
Lo que se ve actualmente del Mall del Norte no se puede negar, el deterioro más que visible de su edificio, la huida constante de tiendas de prestigio, de refinados restaurantes ante el nulo rendimiento o pocas ventas.
Para Laredo, comercialmente hablando, el Mall del Norte ha dejado de ser su estrella favorita, ese que les propiciaba grandes visitas, fabulosas ventas, ese que de una forma u otra generaba esa derrama de economía para los otros comercios al paso por igual.
Pues no se puede considerar que las ventas en línea son las que están acabando con este tipo de comercio, porque de ser este el motivo, de igual modo el crecimiento en esos otros sitios comerciales por todos los rumbos de Laredo, Texas ya se hubieran por igual detenido, cerrado.
Triste es ver qué mes con mes, el desmantelamiento de tiendas en ese mall ya es una costumbre, deprimente es el pensar, que ese sitio en algunos años pase a ser tan solo escombros de lo que en otras décadas fue, creer entonces que ese viejo estilo del mall quizás ya esté pasando de moda.
Ante esto no es por demás recalcar que los comerciantes del centro de Laredo, Texas sí que se beneficiaron del Mall del Río ante el paso obligado de la gente, hoy comprobable es que el Mall del Norte subsiste ante el paso de los compradores que acuden a las tiendas adyacentes.