RÍO REVUELTO

¿La franquicia para fronterizos se ha quedado corta?

Escrito en OPINIÓN el

La franquicia aduanera para los residentes de la frontera desde hace tiempo que quedó corta, pues con 150 dólares por persona hoy no alcanza para lo mismo que hace unos años.

De entrada creo que podemos estar de acuerdo en que la mayoría comprendemos que el argumento es que quienes vivimos en frontera podemos cruzar todos los días, mientras que quienes viven en el interior tienen una franquicia mayor por que su frecuencia de cruce es menor, además de que la medida está diseñada para incentivar el consumo local.

Pero si bien un numeroso segmento cruza diariamente entre Nuevo Laredo y Laredo, la realidad es que no representa a la mayoría de los residentes fronterizos con visa, que cruzan de manera esporádica y que cuando lo hacen tratan de que valga la pena la ida.

En esa idea de que ‘valga la pena la ida’, sin duda también podríamos considerar que representa a muchas personas del interior del país, por lo que tanto para fronterizos como foráneos, la franquicia aduanera en estos tiempos debería ajustarse, y si bien no se trata de buscar un monto exagerado, sin duda lo razonable debe ser mayor a lo actual, tomando en cuenta el intercambio comercial que se promueve en la frontera.

Hace algunas semanas el diputado Carlos Canturosas Villarreal se pronunció al respecto, con la idea de homologar la franquicia entre residentes fronterizos y del interior del país.

Actualmente la regla es de 150 dólares por persona pero si van tres o más en un vehículo, topa en 400 billetes verdes, por lo que frecuentemente quienes traen la idea de comprarse alguna tele y de paso algo de mandado, deben escoger entre uno u otro, obviamente algún electrodoméstico superior a esa cantidad, implicaría un pago proporcional por el excedente de la franquicia.

De lo del alcohol, es otra historia, en la que los fronterizos regularmente tampoco estamos de acuerdo, pues si bien es entendible que se quiera evitar el contrabando o la competencia desleal, particularmente para establecimientos que vendan bebidas embriagantes, nos ha tocado escuchar quejas de personas que por traer un ‘12’ de cerveza junto con su mandado, terminan pagando cuantiosas multas en la aduana.

A todo esto se le suma el hecho de que con frecuencia se habla de como los agentes aduaneros en las garitas se han mostrado mucho más rigurosos, dejando de lado el criterio que alguna vez el presidente Andrés Manuel López Obrador había exhortado entre sus funcionarios, pues sin duda hay que distinguir al ciudadano modesto que no busca defraudar ni comerciar, sino llevar algunos bienes que tal vez no encuentre del lado mexicano de manera accesible.

Caso contrario, los residentes estadounidenses que cruzan a México, también por algunos artículos de abarrotes

En fin, sería de muchos agrado que la franquicia se ajustara a la realidad actual y que quienes puedan tomar esa decisión lo hicieran desde el conocimiento de la dinámica y precios actuales en la frontera y no desde el desconocimiento de un escritorio en la capital del país.