Este fin de semana largo en el que un numeroso segmento de trabajadores recibieron una parte de su aguinaldo con la intención de que tuvieran un recurso adicional para gastar durante el Buen Fin en México, parece que tuvo otro destino para miles de familias que prefirieron utilizarlo en el vecino país.
Aunque todavía no están las ofertas del Viernes Negro (Black Friday), tener un dinerito extra y un fin de semana largo fue para muchos regiomontanos y coahuilenses -y seguramente de otras entidades que buscaron otros puertos fronterizos- la oportunidad perfecta para salir a comprar de manera adelantada algunos de sus regalos navideños, por lo que las filas en los puentes internacionales no se dejaron esperar.
Respecto a la fuga de ese capital que las empresas y dependencias gubernamentales otorgaron con la intención de apoyar al Buen Fin, podríamos decir que si bien las filas de mexicanos en los puentes internacionales fueron kilométricas, en proporción, podrían no ser tantos con respecto al recurso que se quedó y gastó en territorio nacional.
Un beneficio que de alguna manera hizo más competitivos durante El Buen Fin a los negocios establecidos en México, fue sin duda la opción de pagos en abonos respetando el precio en oferta, mientras que quienes acudieron a las tiendas en territorio estadounidense, si bien pueden usar los beneficios que otorga una tarjeta de crédito, no se trataba de una fecha de descuentos y las opciones de aplazar su pagos son más limitadas si no son ciudadanos norteamericanos.
En el caso de los regiomontanos, parece que luego de tanta insistencia de Samuel García, accedieron a utilizar la carretera y puente de Colombia, sÓlo para encontrarse con excesivas filas, lidiar con el tráfico de carga y un pago doble al llegar, entre otras cosas, al final, muchos mostraron arrepentimiento.
Durante esas kilométricas filas y la espera mucho mayor a la ocurrida en el Puente 2 (formalmente Juárez-Lincoln), durante su desesperación automovilistas y pasajeros bajaban de sus vehículos a estirar las piernas un poco y buscar alguna botana, sin embargo al estar en despoblado, no había realmente opciones, mientras que en Nuevo Laredo, al estar los cruces en un área conurbada, hay mucha “chuchería” para escoger entre vendedores ambulantes e incluso la clásica tienda de conveniencia de cadena.
