Está feo el Pedro, ya van 64 muertos y 65 desaparecidos, al lunes 13 (de sobra sabemos qué pasa con los que no hallamos). Y sólo estamos hablando por lo ocurrido en 5 estados (San Luis, Puebla, Querétaro, Hidalgo y Veracruz) olvídense de sumarle lo ocurrido en el Estado de México, más la CDMX con sus 16 alcaldías. Los gobiernos federal y de cada estado, tendrán que ponerse la del Puebla. Un grave daño al país por donde se le vea.
UN MUNDO DE DINERO
En lo económico -tanto en el desembolso general de los dos niveles de gobierno, como en lo individual de cada connacional afectado-, es lana perdida en empleos, salarios no devengados, economía de las empresas paradas, los sembradíos del compensado se perdieron, transportes, reparar caminos, calles, carreteras y puentes (un buen billete), las averías a millares de vehículos, la muerte de los animales de las pobres familias que vivían de ellos y otros innumerables daños, perjuicios, gastos, desembolsos. ¡Muchos! otros son los daños de feria, ni citemos los humanos.
NI ESTÉN INGANDO
Esa “malaleche” de que los gobiernos (federal y estatales) no previeron la magnitud de las lluvias es una babosada, eso de que fallaron pronósticos de los daños y demás jaladas, salen sobrando, por la sencilla razón de que todo involucra el pasado, no sólo los gobiernos de hoy de este día, sino de aquellos que asentaron comunidades a la vera de ríos, arroyos, cañadas, laderas y de más sitios de peligro, de inundación y de extremo peligro. No son los de hoy (del partido que sea) sino los criminales del pasado, creando asentamientos humanos -a cambio del voto- donde de a tiro se sabía que no debían vivir ni un cristiano.
BANDIDOS Y GAVIOTAS
Municipios permitiendo fraccionamientos y colonias en vados inundables, junto a accidentes naturales, como presas, lagos, cañones, escurrideros, veneros, arroyuelos, riachuelos y demás cuerpos de agua. Esto de las ciudades bajo el agua, se veía venir alguna vez. Hay estados en los que siempre llueve un chorro, como Veracruz, así que lo sufrido en Poza Rica, Alamo, Tihuatlán y otras comunidades, era cosa de suceder con sólo unas buenas lluvias más pesadas que las que siempre les han pegado. Y sucedió, así que ahora lo que resta es reparar el daño y hacer lo que se tenga que hacer. Esto no es para sacar raja polaca, miren que a los culpables se les puede buscar desde hace muchos sexenios y trienios, bastantitos años atrás, no de ahora.
50 TONELES 2 TRÁILERES
Nuevo Laredo, convocados por el gobierno burricipal acaba de enviar a Veracruz, 2 camiones- cajas remolque con un tostón de toneladas de ayuda, alimentos, agua, artículos de aseo personal y otros. Nosotros somos bien puestos a la hora de ayudar al prójimo y los de la parte norte del terruño jarocho, sí que la están pasando cañón. Y nuestra raza está al mero tirante por si se requiere más apoyo. La Yunta está nada más de que le digan “rana” para saltar de volón pin pon y organizar otra colecta. Nuevo Laredo tiene muchos habitantes de aquel estado en la costa del Golfo de México.
MEJOR TAXI, UBER O DIDÍ
Hemos llegado a un grado de peligrosidad en esas calles de ios, que Chi Mai es mejor moverte en Taxi, Uber o Didí, antes que en la nave propia, pues los choques están a la orden del día, nos hemos vuelto una ciudad bien canija para los madrazos vehiculares. Uno evita lo más posible el trasladarse en el auto familiar, ni se diga si uno va a salir a “empedrarse”. Te ahorras un feriesón bruto, el mueble lo dejamos para llevar a los chavalos al escuelín o movernos al jale. El resto de las salidas, sobre todo si son de un solo punto a otro y luego de retache, es mejor hacerlas en servicio de paga. Neta que descansa nuestra alma y le damos protección a nuestra cartera.
URGE UN BUEN CAMIONAZO
Por eso hemos insistido en que en el rancho, se necesita un buen sistema de transporte urbano, claro que sería negocio, todo mundo pagaría por trasladarse en el camionazo gacho. Sólo es cosa de hacer las cosas bien, que haya las suficientes unidades, que pasen por cierto punto a cada hora precisa. Claro que puede ser confiable, que el padre de familia, que el chamaquito estudiante, estén en la parada a cierta hora, confiando en que va a pasar y lo llevará a la chamba o al aula sin ningún Pedro, nada de contratiempos.
OTRA CIUDAD SERÍA
Las familias dejarían el carromato en casa, lo usarían sólo para salir al mandado, a pasear o a otros menesteres, quizá para una salida con varios puntos como destinos muy distantes entre ellos. Y le bajaríamos todos a la peligrosidad “chocante” que ha escalado en Nuevo Laredo. Andarían menos autos en las calles, con un buen transporte urbano, incluidos los taxis (y de paso los Uber y Didí también). Todos se puede, como se ha hecho en otras ciudades. ¿Si otros pueblos lo tienen, porqué acá no? Carajos.
