Se llegó ese día en el que tendremos cinco decisiones en nuestras manos, todas muy importantes, pues habremos de vivir con las consecuencias buenas o malas de los votos que vayamos a emitir hoy.
Mucho ha pasado en las últimas semanas, sin duda ha sido una de las campañas más tormentosas que hemos vivido, y es justo cuando debemos pensar lo que queremos que resulte de esta contienda y las consecuencias de vender el voto.
Dicen que “el que paga para llegar, llega para robar”, por eso es que vender el voto será como un préstamo con más de mil por ciento de interés, y aunque suene exagerado, nos estaríamos quedando cortos, pues elegir a alguien que compra sufragios con desesperación, equivale a años de saqueo, pues se trata de alguien que no tiene el menor de los escrúpulos o calidad moral.
Edmund Burke solía decir que “Para que el mal triunfe, sólo se necesita que los hombres buenos no hagan nada”, y esa frase está mucho más vigente el día de hoy, cuando la gente buena, no debe abstenerse de votar libremente.
Hay mucho en juego, pues no podemos dejar en las manos incorrectas nuestro futuro, y gran parte de eso depende de las decisiones que tomemos este domingo 2 de junio.
Tiene toda la mañana y gran parte de la tarde para ir a votar a su casilla, es un derecho y un deber cívico, contribuir a la democracia y en este caso, a la justicia.