COLUMNA INVITADA

Comida pirata

Escrito en OPINIÓN el

¿Alimentos pirata? Pues sí. La Organización Mundial de Comercio señala que además de poner en riesgo la salud de millones de personas, el comercio ilícito de alimentos ocasiona pérdidas económicas mundiales que oscilan entre 30 mil y 50 mil millones de dólares al año.

La cifra no incluye las pérdidas asociadas con el comercio ilícito de bebidas alcohólicas, pero las actividades ilícitas están generalizadas en todos los continentes y penetran en la mayoría de los sectores agroalimentarios, como el aceite de oliva, la miel, los aceites esenciales, los vinos y las bebidas alcohólicas.

La OMC tras señalar que el impacto perjudicial del comercio ilícito de alimentos en la seguridad alimentaria y la salud pública es enorme a nivel mundial, describe varias estrategias para contrarrestar este comercio y el fraude alimentario, reconociendo que una respuesta integral requiere una combinación de medidas regulatorias, aplicación de la ley, cooperación de la industria y educación del consumidor.

Y es que involucrar a los consumidores en temas de piratería que ponen en riesgo su salud y la de los suyos, es fundamental para un combate eficaz.

La directora general, Ngozi Okonjo-Iweala, dijo que “la igualdad de condiciones debe extenderse a la eliminación de todas las formas de comercio ilegal y actividades fraudulentas, incluidos los alimentos de calidad inferior, los alimentos con etiquetas falsas, los productos falsificados y los productos de contrabando”.

Al analizar el papel del código normativo de la OMC en el apoyo a los esfuerzos de los gobiernos para abordar estos desafíos, destacó la importancia del Acuerdo de la OMC sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF) y el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC) para regular las importaciones de alimentos basadas en técnicas científicas y de evaluación de riesgos y abordar las prácticas engañosas. También subrayó que el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC puede facilitar los flujos comerciales legales y servir como una herramienta vital para la falsificación de alimentos y bebidas.

“Necesitamos aprovechar estos acuerdos y, de hecho, toda la caja de herramientas de la OMC, para luchar contra el comercio ilícito y el fraude alimentario”, subrayó Okonjo-Iweala, además de recalcar la importancia de centrar los esfuerzos en la prevención.

Por su parte, el director general de la Alianza Transnacional, Jeffrey Hardy, dice que el comercio ilícito de alimentos impacta negativamente en las empresas, provocando pérdidas económicas de hasta medio billón de dólares si se incluyen los sectores del pescado y las bebidas.

Asegura que “impulsado por la alta demanda de alimentos y la creciente población mundial, el comercio ilícito de alimentos se volverá más rampante en el futuro cercano. Y esto reduce la posibilidad de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

Por ejemplo, se calcula que, en el mundo una de cada cuatro botellas de bebidas destiladas se comercializa de forma ilícita, principalmente a través del contrabando, actividades fraudulentas y evasión fiscal.

Este es uno de los papeles principales de las aduanas, evitar que todos estos productos piratas o adulterados ingresen a nuestro país. Y por ello se destaca desde la OMC la necesidad de apoyo en el desarrollo de capacidades, una mejor participación en el establecimiento de estándares globales y una mejor accesibilidad a las nuevas tecnologías en la gestión aduanera.

En un foro organizado por la OMC, China presentó los “esfuerzos específicos” del país en las fronteras para combatir el comercio ilícito, incluida la lucha contra la infracción de marcas, la implementación de un sistema gubernamental modernizado para monitorear la seguridad de los alimentos importados y el aprovechamiento de las redes sociales para mejorar la transparencia y la conciencia pública. Y destacó que solo a través de la cooperación internacional se podrá atacar este fenómeno global.

JOSÉ IGNACIO ZARAGOZA AMBROSI

EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR

@ignaquiz