PASADIZO SECRETO

Promotor de Nuevo Laredo, don Germán Barrientos

(De aniversario de Nuevo Laredo)

Escrito en OPINIÓN el

La vieja puerta de madera tenía algunas hendiduras por donde se podía ver hacia adentro, el ruido ensordecedor llamaba la atención, el golpeteo, el brincoteo no opacaban para nada ese grito enérgico y autoritario de su entrenador, de aquel gran promotor de Nuevo Laredo, don Germán Barrientos.

Los chiquillos eran esos grandes entusiastas para practicar aquel rudo deporte, sin embargo, don Germán tenía esa habilidad para atenderlos sin desatender a sus ya formados púgiles… ¡Tiempo! era ese grito para indicar tanto el inicio como el término en pausas del entrenamiento. A todos y en fila les ofrecía ese chorro de agua para refrescarse, ahí se formaban desde grandes boxeadores, sparrings sin hacer a un lado a la chiquillada, todos eran bien atendidos y supervisados por aquel gran entrenador de boxeo.

El Gimnasio Casanova olía a sudor conjugados con ese jabón, brillantina y perfumes baratos, pues todo boxeador antes de salir era obligado a echarse un regaderazo, la propina para los ayudantes era como algo obligado, pero despistado.

El esfuerzo de don German trajo a Nuevo Laredo sus frutos, pues aparte de darle dirección a muchos niños, jóvenes y ya casi adultos a practicar el deporte, surgía de su talento y buen ojo, esos grandes boxeadores que posteriormente traerían orgullo y prestigio a esta frontera.

Fernando “El Toro” Montes era un enorme boxeador de aquellos tiempos, pesado, alto, de gran carisma, fue moldeado poco a poco por Barrientosn, llevándolo a disputar el título nacional de peso completo aquí en esta ciudad.

Muchos aún tienen en sus mentes, quizás hasta sus recortes periodísticos como un recuerdo de cuando venció a aquel gran boxeador capitalino el doctor Ismael Ruiz. Boxeador que venía tumbando por todo México por decir así, toda ilusión de los peleadores de su talla y peso, sin embargo, don Germán tenía bien puesta su confianza en el “Toro”, borrando de tajo toda ilusión del capitalino al ser éste derrotado.

El recuerdo de esa pelea duró muchos años entre los comentarios de los aficionados al boxeo, por lo mismo la grandeza de don Germán se iba acrecentando cada vez más, generando muchísimos más boxeadores profesionales de prestigio, los que, bajo la tutela de este gran entrenador, pusieron muy en alto y en este deporte a esta frontera.