Al visitar alguna comunidad del interior de México, se percibe de inmediato el grito de su historia; curioso es que en esta frontera y por ningún rumbo casi nada se refleja de sus raíces históricas, haciendo al menos de esa fundación de Nuevo Laredo, una historia casi “muda”.
Cierto es que en esta frontera, el tema de los fundadores de Nuevo Laredo ha sido ese perfecto “estandarte” para llenar el hueco vacío de historia, sin embargo, esto ha pesado y mucho sobre la población misma que por décadas aquí ha residido, al no existir esa comprobación de tal acto llevado a cabo por los pobladores de esos tiempos.
Sí, existen muchos nombres de hombres y mujeres manifestados en esa placa sobre el monumento conmemorativo de los que no existe duda alguna que hayan sido los primeros residentes de ese Nuevo Laredo, sin embargo al aderezar los historiadores el acto heroico de que se trajeron a este lado hasta sus familiares ya difuntos, demerita mucho esa parte, al no existir testimonio alguno de esos mismos que por siempre se han plasmado o se han nombrado como los primeros pobladores o residentes de Nuevo Laredo, asunto que por años se ha descuidado al menos por esos que se dicen historiadores.
No, no se trata de demeritar, desprestigiar o poner en duda a esos personajes que han dicho, formaron parte de esos primeros pobladores de ese “nuevo” Laredo, sino más bien el entender por qué y al ser muchos, de ninguno se tiene escrito alguno en donde de su puño y letra, o al menos con su rúbrica, haya manifestado con certeza y detalle cómo realmente esos hechos acontecieron, al entender que un testimonio pesaría más que mil nombres al confirmarse con esto que el acto verdaderamente sucedió.
Por supuesto que se entiende que la gente de esa época no tenía suficientes estudios, elementos de escritura a la mano para dejar plasmado algo tan insignificante y quizás sin importancia para esos tiempos, pero ¿y los testimonios posteriores de los hijos o hijas, nietos directos de esas familias o personas?, ¿dónde quedaron?, ¿porque nunca se optó por buscarlos través de las décadas en un libro el recopilarlos?
Esa ausencia de testimonios de este tipo de información valiosa es lo que le hace falta a esa historia fundacional, por lo mismo acrecienta y más esa duda de que esto realmente así no sucedió. Entendiéndose con esto que las nuevas generaciones de niños y niñas, los jóvenes estudiantes y para sobre esto creer, sería necesario el primeramente ellos mismos documentarse, tener testimonios donde auscultar, así juzgar, aprobar o entender por qué y por siempre esa su historia no les dice absolutamente nada.