Con los cierres de hoy y mañana pondremos fin a una campaña que pasará a ser recordada como una de guerra fría para quienes están involucrados en la política, aunque sin duda muchos ciudadanos fuera de ese círculo también han comentado o señalado algunos aspectos que hacen de esta contienda, una para recordar y que en muchos sentidos quisiéramos no repetir.
Sin duda habrá un segmento de la población que no se percató de todo ese ambiente, pero a este punto parece que la mayoría tiene al menos una noción de los momentos un tanto tormentosos que se vivieron particularmente a lo largo de este periodo de 45 días de campañas de ayuntamientos.
Aunque en teoría con el cierre concluyen las campañas, no quiere decir que a partir del miércoles todo estará como si nada; pues incluso se generaron algunos conflictos entre amistades, en algunos casos hasta familiares, pues lamentablemente la política tiene esa facultad de dividir con facilidad a la gente, a pesar de que el propósito sólo es, en teoría, que exista la democracia.
Si bien no vivimos en un mundo ideal, no debería ser tan difícil acordar estar en desacuerdo, si usted apoya a un proyecto y su amigo o familiar a otro, pues al final la lucha sólo debe ser de propuestas y dejar que las urnas lo decidan, pero lamentablemente, como los encuentros deportivos, parece que después del resultado final, la gente no siempre se abraza para decir: ¡bien jugado!
Tomará un tiempo sanar esas heridas, pero por lo pronto, como ciudadanos nos toca cumplir con ese deber de salir a votar, sin pensar en otra cosa que el mejor porvenir para Nuevo Laredo, Tamaulipas y todo México.