MÉXICO, S.A.

Pemex-CFE, contra viento y marea

Escrito en OPINIÓN el

Contra viento y marea (feroz campaña negra en su contra y zancadillas judiciales y mediáticas por doquier), las dos empresas más importantes del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), cerraron 2023 con excelentes resultados financieros, al reportar, entre ambas, utilidades por alrededor de 225 mil millones de pesos.

En el caso de Pemex –frente a una oposición política que de la mano de las “calificadoras” internacionales cotidianamente intenta meter palos en sus ruedas–, en 2023 las ganancias sumaron 109 mil 920 millones de pesos (9.94 por ciento más que en 2022), “con lo que sumó dos años con resultados positivos, de acuerdo con información enviada por la empresa productiva del Estado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). El monto de utilidades reportado de enero a diciembre del año pasado fue superior a los 99 mil 998 millones de pesos registrados 12 meses atrás” ( La Jornada, Alejandro Alegría).

De acuerdo con lo publicado por este diario, el director general de Pemex, Octavio Romero, subrayó que “a poco más de cinco años casi todos los indicadores sobre desempeño de la empresa estatal muestran importantes avances. Se ha frenado el deterioro operativo y financiero e iniciado una trayectoria para el máximo aprovechamiento de nuestra riqueza petrolera”.

Cierto es que en el resultado de 2023 tuvo un peso específico el decreto que otorgó estímulos fiscales por derecho por la utilidad compartida y el derecho de extracción de hidrocarburos, porque Pemex “ha contado con apoyo sin precedente por parte del gobierno federal. En estos más de cinco años se han recibido aportaciones a nuestro patrimonio, beneficios fiscales y regulatorios, así como acuerdos coordinados con distintas contrapartes gubernamentales para hacer más eficiente nuestra operación”, dijo Romero en conferencia con inversionistas (ídem).

El director de Pemex informó que a lo largo de la presente administración la deuda de la empresa productiva del Estado se ha reducido en 22 mil 500 millones de dólares (de 129 mil 300 millones en 2018 a 106 mil 800 millones en noviembre de 2023), lo que contrasta con el brutal aumento registrado cuando menos con Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto en Los Pinos (91.9 por ciento, amén de que estuvieron muy cerca de asfixiar financiera y productivamente al consorcio petrolero nacional).

Por lo que toca a la Comisión Federal de Electricidad, condenada a muerte por el régimen neoliberal, su información da cuenta de que en 2023 registró ganancias por 116 mil 469 millones de pesos, “monto que superó las pérdidas por poco más de 15 mil millones reportadas en 2022. El monto revierte la tendencia observada en los últimos tres años en los cuales se habían registrado pérdidas por factores externos, como la pandemia de covid-19, la tormenta polar ártica de Texas de 2023 (con la alteración del mercado gasífero que ella provocó) y el impacto de la guerra en Ucrania, dijo la compañía eléctrica del Estado mexicano”, no sin antes subrayar que tales ganancias resultan ser las mayores en una década (ibidem).

También la CFE fue condenada por el régimen neoliberal a una muerte “en etapas” –por decirlo así– con el objetivo de entregar el mercado eléctrico a corporativos nacionales y transnacionales extranjeras para que en 2024 la empresa productiva del Estado desapareciera. Pero el régimen neoliberal no alcanzó a ver culminada su “privatización silenciosa”, aunque sí provocó un severo daño financiero y productivo del que se ha recuperado en la presente administración.

De cereza, el gobierno federal concretó la compra de 13 plantas de generación eléctrica a la transnacional española Iberdrola mediante el pago de 6 mil 200 millones de dólares. Con esta adquisición, la presencia del Estado en ese sector se incrementa a 60 por ciento del total del consumo nacional. Como lo ha señalado el presidente López Obrador, “si no rescatamos a la CFE, hoy estaría produciendo 16 por ciento de la energía eléctrica y más de 80 el sector privado, sobre todo las empresas extranjeras, y eso, ¿en beneficio de quién? Bueno, pues de los traficantes de influencias”.

LAS REBANADAS DEL PASTEL

Como la oposición no sabe jugar limpio, ni quiere hacerlo, subió al carro de Ladychicles al hamponcete de Max Cortázar y al del impresentable Santiago Taboada a una tercia deleznable, perteneciente al equipo de Borolas: Ernesto Cordero, el de los 6 mil pesos; Roberto Gil Zuarth, secretario particular, y al porro y saltimbanqui Javier Lozano Alarcón. Vergüenza les debería dar, pero de eso no saben.

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