La ciencia y la tecnología nos hacen suspirar de orgullo, y cuando los protagonistas de estas historias son jóvenes talentosos de nuestra querida tierra, el pecho se hincha y la sonrisa no nos cabe en la cara.
Así fue el caso reciente de los alumnos del Instituto Tecnológico de Nuevo Laredo (ITNL) que, como unos verdaderos campeones, destacaron en la Cumbre Nacional de Desarrollo Tecnológico, Emprendimiento e Innovación “INNOVATEC 2024”, con un primero y segundo lugares en la bolsa, en nada menos que el área de Robótica. Vamos, que estos jóvenes no fueron a Colima a turistear, sino a demostrar cómo se hace la magia con tornillos y circuitos.
Imagínense, más de 2 mil 400 universitarios de todos los rincones del país se dieron cita en el Tecnológico de Colima, sede de este magno evento. En este escenario, nuestros campeones Génesis Margarita Herrejón de Luna, Ángel Giuseppe Herrejón de Luna, Gustavo André Herrejón de Luna, Alaissa Andrade Valero y Carlo Contreras Molina, fueron reconocidos con el primer lugar en la categoría de carrera de robots humanoides. Y es que su robot hizo lo que pocos: caminar 180 centímetros simulando la marcha humana en un tiempazo de 27 segundos.
Alaissa Andrade, una de las mentes brillantes detrás de este éxito, compartió que la unión hace la fuerza, y vaya que tenía razón. Hace dos años, cada quien iba por su lado, en equipos distintos, y no lograron un lugar. Pero esta vez decidieron unir fuerzas, sumar conocimientos y, ¡zas!, primer lugar nacional.
“Estamos muy contentos y orgullosos de todo el trabajo en equipo”, dijo Alaissa, con ese brillo en los ojos que sólo tienen quienes han logrado lo impensable.
Pero eso no fue todo. En la categoría de robots utilitarios, otro grupo de estudiantes del ITNL también dejó el nombre de Nuevo Laredo en alto, al obtener un segundo lugar nacional. Los jóvenes, José Aurelio Escamilla Garza, Jesús Alejandro Castro Cruz, Javier de Jesús Hernández Tinoco, Reynaldo Preciado Avalos y Ana Cristina Kassim Molina, desarrollaron un robot con potencial para ser un verdadero ángel guardián en la industria maquiladora y energética, capaz de brindar seguridad y apoyo en situaciones de riesgo. Javier lo explicó con una sonrisa que denotaba no sólo orgullo, sino también la satisfacción de saber que su esfuerzo podría, en un futuro, salvar vidas.
Vaya que estos chicos tienen madera de innovadores, y nos dejan claro que en Nuevo Laredo hay talento y mucho futuro. Así que, si alguna vez llegan a toparse con un robot que camina como humano o con otro que rescata a brigadistas, no se sorprendan, podría tener el sello orgulloso del ITNL. ¡Enhorabuena, campeones, y sigan llevándonos a nuevas alturas!
Desde este matutino, nos ponemos de pie para mandarles un aplauso.
Son historias como esta, las que nos recuerdan que el futuro, cuando es forjado por mentes brillantes y manos trabajadoras, siempre pinta mejor.
¿Usted qué opina?