La elección para la Presidencia de la República ya está resuelta, es Claudia Sheinbaum. Eso no está en tela de juicio. Los opositores reales son: la oligarquía neoliberal y los intereses trasnacionales que se afectaron con las políticas implementadas por el gobierno de la 4T.
Huelga decir que la estructura sembrada por los gobiernos apátridas son los órganos constitucionales autónomos en los que fueron nombrando funcionarios afines al neoliberalismo, con una permanencia de varios lustros al frente de esas dependencias e inamovibles, a pesar de haber actos demostrables de corrupción y de un actuar en contra del desarrollo nacional favoreciendo intereses particulares y de extranjeros, defendidos a muerte por la SCJN.
Organismos como el Instituto de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, que se empeña en no revelar y esconder actos de corrupción, órganos electorales como el INE y el TRIFE que han tenido comportamientos facciosos y favorables a la oposición.
En lo económico hay organismos como la Comisión Nacional de Competencia Económica, la Comisión Nacional de Hidrocarburos, Comisión Reguladora de Energía que siempre favorecieron a las empresas trasnacionales distinguiéndose por emitir una cauda de amparos contra políticas nacionalistas.
Hay algunos que trabajan excelentemente bien, como el Banco de México (BM), el INEGI, de regular desempeño a malo como la CNDH, que favorece la protección más de los delincuentes que de las víctimas.
Caso especial es el de las Fiscalías de Justicia que van de un extremo a otro dependiendo de las entidades federativas, las hay malas en extremo como la de Guanajuato, Guerrero, Michoacán o Tamaulipas por decir algunas que no pueden ser cambiadas debido a los candados impuestos por leyes hechas a modo.
El poder Judicial merece un trato aparte, toda vez que está al servicio de intereses creados por lo que para cambiarlo junto a los organismos ya mencionados, se requiere una mayoría calificada en el Congreso Federal o sea una votación de las dos terceras partes de los diputados.
La propuesta de AMLO de que los ministros, magistrados y jueces sean electos por votación es excelsa, toda vez que los actuales no son los mejores, ni imprescindibles, que violentan la ley al pasarse por el arco del triunfo los ordenamientos legales, cobrando sueldos prohibidos por la constitución.
De ahí viene que los partidos opositores se peleen por las posiciones plurinominales y le apuesten a diputaciones y senadurías, con candidatos gastados, quemados por su inoperancia o por defenestrados o no favorecidos por Morena.
El otro interés es el del caponero Claudio X. González representante de los intereses del exterior y financiero de la oposición enclenque y carente de ideas para gobernar.
El buen Claudio ya sacó a la palestra al impresentable y bravucón de Lorenzo Córdova Vianello, el ex del INE y sus contlapaches con su escudero Ciro Murayama, para hacerle sombra a Xóchitl Gálvez, la que han abandonado los tres partidos del PRIANRD y no desean invertirle, tan es así que quisieron eliminarla al hacer la campaña de una manera virtual y con inteligencia artificial, hecho que en Europa fue bastante criticado y risible.
Su campaña se centra en denostar al presidente AMLO y a algo que es bastante molesto para la ciudadanía en general, la violencia, sin mencionar que ellos la sembraron al instalar a García Luna al frente de la Secretaría de Seguridad Pública, una persona acusada por ello en los EEUU.
Su otro discurso es hablar de una dictadura imaginaria e institucional, eso le vendió Lorenzo Córdova al señor X, buscando que les dé posiciones para él y su “grupo de intelectuales e independientes”, pero, ¡que creen! Los partidos políticos ya no tienen espacio para ellos, ya se repartieron los escaños. En esas anda Claudio X. González, a los opositores del PRIANRD poco les importa Xóchitl y Claudio, ellos ya se repartieron el pastel.
Lorenzo Córdova trae un discurso ultraconservador para restaurar el neoliberalismo, copia fiel del fallido Milei en Argentina; les interesa rescatar la mayoría de los escaños en el Congreso para que MORENA no tenga mayoría calificada y seguirse oponiendo a las reformas y mantener a México dependiente del extranjero y recibir sus prebendas.