Esta semana será recordada por el paro del magisterio en que los docentes armaron su reunión afuerita del CREDE, claro, por reclamos muy entendibles de las malandradas que les hizo el gobierno anterior y le heredó al actual que va comenzando, mientras que los padres están desesperados porque los huercos regresen a las escuelas y poder balancear sus rutinas, que se vieron trastocadas por tener a los hijos en casa cuando se suponía que ya había comenzado el ciclo escolar.
Si usted tiene amigos maestros, seguramente ha visto en redes sociales que han estado toda la semana al exterior del CREDE, ahí pusieron carpas, llevaron sus sillas, sombrillas y bloqueador solar para mantener el plantón.
Muchos padres los han apoyado, algunos incluso les han llevado comida y bebidas para que aguanten esas jornadas en el plantón, pero otros -dentro de su solidaridad a su causa- se preguntan hasta cuándo durará todo esto.
Las primeras versiones del Estado, concretamente del secretario de Gobierno, es que las negociaciones están complicadas, así que eso de los niños en casa puede ir para largo, al menos por ahora todo pinta que esta semana que comienza, los huercos seguirán asaltando el refri o durmiendo toda la mañana, y los profes bronceándose en el surponiente de Nuevo Laredo, así que al final, todos los adultos -entre papás de los chamacos y profes de Tamaulipas- quieren que se resuelva este asunto.
Por lo pronto este Reporteronte se despide, deseando que se llegue a un buen acuerdo y que los profes puedan estar en las aulas con los estudiantes de una vez por todas.