DESDE LA FRONTERA

Singularidades fronterizas mexicanas (12): 198 fronteras

Escrito en OPINIÓN el

Como es de sobra conocido México comparte frontera terrestre y marítima con tres países: Estados Unidos, Guatemala y Belice, a los cuales se suman otros dos con los que únicamente colinda en el mar: Cuba y Honduras. Podemos decir, por lo tanto, que México limita con cinco países. Pero, ¿es esto preciso? No del todo: ciertamente son cinco desde una perspectiva topográfica, aunque topológicamente esa cantidad asciende a 198, tantos como países México reconoce. Así, tiene frontera con países de los cinco continentes como Afganistán, Andorra, Angola, Argentina y Australia.

Sin entrar en detalles, la perspectiva topográfica implica que entre los territorios nacionales haya contigüidad (contacto físico), mientras que en la topológica no es necesaria para que estén conectados. Traducido a términos fronterizos, esto supone que la frontera topográfica equivale al límite territorial, como el existente entre México y Estados Unidos. Por el contrario, la topológica se refiere a los requisitos establecidos por un país para permitir la entrada a su territorio a personas y mercancías procedentes de otros países, como los exigidos por México a un estadounidense, que pueden ser los mismos o no a los requeridos a un afgano o a un andorrano.

Para ilustrar las diferentes fronteras topológicas de México nos servirá el caso de los viajes por turismo. Esta categoría incluye los viajes con fines de recreo, negocios y actividades no remuneradas que no superen los 180 días, para los cuales se exige a los viajeros llevar consigo una identificación (un pasaporte válido y vigente) y, a los nacionales de determinados países, haber tramitado la visa de “visitante sin permiso para realizar actividades remuneradas”.

Mientras que la visa no se exige a los nacionales y residentes de 64 países –la mayoría en América del norte, América latina y Europa–, en cambio sí a las personas procedentes de otros 134 países. La exención de visa se debe principalmente a dos motivos: en algunos casos, a acuerdos de reciprocidad, como el firmado por los cuatro países que integran la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia y Perú, además de México), que desde 2012 eliminaron este requisito para sus nacionales; en otras ocasiones, la decisión la tomó unilateralmente México para facilitar el turismo, como la exención a los estadounidenses, aunque Estados Unidos sí la pide a los mexicanos. Por otra parte, los motivos para mantener aquel requisito son inversos a los anteriores: ya sea por falta de acuerdo (o rotura del mismo), o como estrategia para frenar la migración irregular (como en el caso de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, todos en América central).

Como se desprende de lo anterior, los requisitos para los nacionales de un país pueden cambiar. Así, por ejemplo, desde 2022 México los ha modificado para algunos países. En primer lugar, si bien México requiere visa a los nacionales de Rusia, Ucrania y Turquía, desde agosto del año pasado la norma se ha relajado, de forma que si la llegada es por avión y la estancia es menor a 30 días, sólo se exige una autorización electrónica previa al abordaje (el SAE). Este cambio está relacionado con la invasión rusa de Ucrania, con el fin de facilitar la llegada de refugiados de aquellos países a Estados Unidos a través de México.

Asimismo, el año pasado México también modificó los requisitos para la entrada de personas de tres países de América del sur: Brasil, Ecuador y Venezuela, para quienes unilateralmente restableció la visa. Previamente no la necesitaban; por ejemplo, en 2004 había entrado en vigor el acuerdo con Brasil por el que se eximía con el fin de incentivar el turismo en ambos países. Ahora, sin embargo, la decisión responde a motivos migratorios: según México aumentó la detección de personas de aquellos países que tenían la intención de cruzar irregularmente a Estados Unidos. Esta relación es más clara si tenemos en cuenta que México les permite la entrada si presentan una visa de Estados Unidos.

Como puede observarse, estos cambios en las fronteras topológicas de México se deben en buena parte por la externalización de la frontera de Estados Unidos, pero ese es un tema para otra ocasión.