Nuevo Laredo y Tamaulipas tiene un problema nodal en la transportación de la ciudadanía, es un cuello de botella para cualquier ciudad el no contar con un plan integral de movilidad y transporte, en materia de planeación llevamos cuando menos un atraso de 50 años, andamos como estaba la CDMX en los años 70, sólo que con menos organización y mucho desinterés y desconocimiento de nuestras autoridades del transporte.
Quién de los que estudiamos en la CDMX por aquellos años no recordamos los aglomeramientos en la estación del metro Tlatelolco o la terminal Indios Verdes, Tacubaya, 4 Caminos o Taxqueña, en esos ayeres ya existía un plan de movilidad regido por el metro de la ciudad y de ahí se generaban las rutas de autobuses.
Es sencillo hacer planes de movilidad para cada ciudad de Tamaulipas; sin embargo, el sistema neoliberal implementado desde los años 80 dio al traste con todo el país, para proteger al pulpo camionero que lideraba el guerrerense Rubén Figueroa y prefirieron sacrificar el sistema ferroviario apostándole a las autopistas privadas, negocio de gobernantes corruptos, que impidió el desarrollo del país y el encarecimiento de las mercancías y transporte interciudades, amparados en una falsa modernidad.
En la época del doctor Emilio Martínez Manautou por los inicios de los 80. la necesidad de modernizar el transporte rebasó a las autoridades y en su corta visión terminaron en autorizar las famosas peseras, que eran simples camionetas VAN habilitadas con bancas para transportar a los ciudadanos.
Lo más que llegaron fue a reglamentar el servicio con concesiones que se les otorgó a los afiliados a la CTM que se apropió del servicio, las rutas de autobuses que existían por aquellos años casi desaparecen en algunas ciudades.
La frontera y Nuevo Laredo fue invadida por permisionarios coahuilenses auspiciado por el grupo de Tomás Yarrington Ruvalcaba, concesiones dadas al vapor en rutas largas, sin ningún orden logístico, rutas de circuitos de más de dos horas, en su momento generaron un negocio redituable, pero no llenó las expectativas del sector empresarial y el maquilador.
Nuevamente la planeación estatal falló y la industria maquiladora introdujo su propio transporte y le dio el tiro de gracia al sistema de transporte de la ciudad. Hay propuestas e intentos de proyectos de movilidad en la entidad, pero no se han materializado aún, el plan estatal de desarrollo de AVA lo contempla y se ve la intención de desarrollarlo… esperaremos su implementación.
Por lo pronto observamos a los delegados estatales de transporte dar palos de ciego y no atinan a responderle a la ciudadanía, los mismos argumentos de hace 30 años, “se modernizará el transporte público, ya hablamos con los concesionarios, tendremos un sistema de prepago, bla, bla, bla” la ciudadanía ya reventó, se manifestó en días pasados por estar varados por horas, los domingos sin servicio, en las noches después de las 9:00 PM se suspende el servicio, con esperas de hasta dos horas.
Lo cierto es que la ciudad carece de movilidad, algo nocivo para la psique de los ciudadanos, genera estrés, hace imposible salir a trabajar por lo tardado y oneroso del transporte, si no tienes automóvil, deberás contar con motoneta o bicicleta, con los consiguientes accidentes.
Hemos visto la preocupación de la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas, por resolver esta anomalía; sin embargo, la pelotita la tiene el Estado, por ser una atribución de la Secretaría General de Gobierno.
Es menester generar primero ejes de circulación troncales y circuitos de circunvalación con transportes integrados y eléctricos como en la CDMX, León, GDL, etc. Después generar rutas cortas alrededor de los ejes troncales o circuitos.
Se dice fácil, lo es, sólo que hay que cancelar concesiones como se encuentran otorgadas al día de hoy, reprogramar rutas y modernizar el sistema para que con un solo boleto se pueda viajar transbordando y con boletos prepagados.
Mientras no se trabaje la ley de movilidad y se ponga a personas altamente capacitadas en la Dirección de Transporte y Movilidad no auguramos una solución mágica e inmediata a este problema en Tamaulipas.
Se requiere una visión de futuro como ya lo plantea el Plan Estatal de Desarrollo de AVA, la intención está dada, es importante agarrar el toro por los cuernos y pasar a la acción, los ciudadanos lo agradecerán.