PASADIZO SECRETO

Samuel García olvida a Ciudad Anáhuac

Escrito en OPINIÓN el

Tal parece que los principales asuntos del actual gobierno neolonés son esos dos claros objetivos: su puente Colombia y su soñada fábrica Tesla, entonces, triste es reconocer que, por atender estas tareas, también el “Gobermusk” Samuel García, olvida a Ciudad Anáhuac.

Y no precisamente por no visitarlo, sino mas bien por dejar en el aire “cuentas pendientes” llevadas por él en su calidad de gobernador, pues cierto es que sus visitas esporádicas a dicho terruño o han sido por cuestiones partidistas, o para impulsar a través de la “aceptación” ciudadana los proyectos carreteros para beneficio del puente Colombia. Al saber que es Ciudad Anáhuac, Nuevo León, ese “socio”, ese que en teoría debería ser el principal beneficiario de todo lo que se emprenda en dicho cruce transfronterizo, al recordar de esa histórica y no muy lejana anexión del pueblo de Colombia a la ciudad de Anáhuac.

Sin embargo y por lo que se ve, no es ni será así, pues desde la creación del puente Internacional neolonés, Ciudad Anáhuac no ha dejado de ser ese pueblo marginado del estado de Nuevo León, olvidado no por su lejanía, sino mas bien por su marcado desprecio y cerrazón a esa nula invitación a las filas del progreso y prosperidad como ciudad hermana.

El gobernador García no está haciendo otra cosa que replicar lo hecho y accionado por su antecesor, “El Bronco” Jaime Rodríguez Calderón, el de solo “levantar polvareda” al transitar por esos tan deteriorados caminos que conducen a Ciudad Anáhuac en cada esporádica visita.

Recordar una a una por igual las promesas del “Bronco” para con los ciudadanos de Anáhuac, sería como desenterrar lo que aún se encuentra a flor de tierra, como ese rencor contra las pasadas autoridades, como ese costal de burlas que en cada visita se fueron acumulando en el sentimiento ciudadano.

Por estas actitudes de gobiernos es que Ciudad Anáhuac tristemente se sigue viendo como ese pueblo abandonado, que no progresa, al constatar no solo sus residentes, sino esas poblaciones vecinas como Nuevo Laredo, que la indiferencia sigue rondando en cada cambio de gobierno y sin importar ideologías políticas.

No es por demás recordar aquellas épocas de abundancia y progreso de Ciudad Anáhuac, plasmadas en la historia sellada con oro y orgullo, esas que las nuevas generaciones nativos de ahí o no, leen y con entusiasmo cómo es que sus antepasados brillaban, progresaban de la mano no política, sino empresarial.

Donde familias como los Longoria de Nuevo Laredo tendían la mano, coadyuvaban a la economía de esa naciente ciudad comprando sus productos elaborados ahí, adquiriendo sus cosechas, promoviendo su comercio, generando riqueza para todos sin distinción.

Otro por llamarle así benefactor de los nacientes años de Ciudad Anáhuac fue ese comerciante alemán de nombre Guido Moebius, quien según la historia compraría terrenos frente a la plaza principal, construyendo unos grandes almacenes para sus empresas, que abarcarían a ese famoso Teatro Apolo igual de su propiedad, que alegría, felicidad y entretenimiento lograba el generar entre esos primeros pobladores.

Este preámbulo sirva para dar cuenta de que las intenciones de los gobiernos estatales neoloneses no han tenido la misma visión, la misma intención comercial, económica ni mucho menos ese interés político como aquellos empresarios para darle a esta población a costas de ese puente Colombia, de esos ya casi seguros cruces de mercancías, de materias primas o ya elaboradas de Tesla. Pues cierto es, que y ante el paso de los años, Ciudad Anáhuac sigue padeciendo de lo más elemental para sobrevivir, para generar dinero, de esa economía que levante nuevamente a sus pobladores.

Vergüenza debe de darle al gobernador de Nuevo León, el enterarse que Ciudad Anáhuac no cuenta con hospitales dignos para atender a su población, no tiene suficientes ambulancias para trasladar a sus pacientes, no posee tan siquiera una digna y funcional máquina apagafuegos que dé esa tranquilidad a esta lejana población.

Que, por lo mismo, su ciudad hermana de Nuevo Laredo y ante este tipo de situaciones le esté tendiendo la mano amiga para atender a sus pacientes, para apoyarlos ante desastres naturales como ha sucedido, de incluso acudir a colaborar para apagar ese incendio al no tener el apoyo de su propio gobierno neolonés.

Si, cierto es que Samuel García en su calidad de gobernador tiene gran interés por la instalación de la fábrica Tesla, pero que lástima que ese interés no esté por igual direccionado hacia esta población que nada tiene, que nada alcanza de esa riqueza.

Ojalá que ese empresario Elon Musk se diera cuenta de toda esa necesidad y condicionara por decir así al gobernador de Nuevo León, a repartir, a dirigir ganancias a este olvidado poblado, pues solo ese camino entre Nuevo Laredo y Anáhuac se pasa de pésimo, camino necesario pues cierto es que la hermandad fluye entre ambas ciudades.

No se puede decir que se requiere el esperar otros más gobiernos estatales, otras décadas para ver el resultado y repartir la riqueza, pues la muestra esta de que esa intención no existe, y por lo que se ve no existirá, pues para muestra esta ese puente Colombia, del que se presume mucho cruce, por lo mismo mucho ingreso y ahora más con Tesla, pero que nada de eso aun llega, ni llegará a Anáhuac como ciudad.