RÍO REVUELTO

Socavón; la historia de una herencia de Rivas

Escrito en OPINIÓN el

Ayer se presentó el documental ‘Socavón’, en el que se ofreció una introspectiva de la herencia de Rivas; un severo daño en el sistema de drenaje pluvial y alcantarillado, que para la actual administración era prácticamente obligado entrarle de lleno a reparar como problema.

Si bien se trata de una problemática que debió ser atendida desde mucho antes, la administración de Rivas fue sin duda la más omisa de las últimas décadas en este tema -y en muchos otros-, de ahí que fue justo durante su periodo que la ciudad experimentó la mayor cantidad de socavones y para colmo, de mayores dimensiones; sólo hay que recordar el que se tragó a un carro en el que iba una mujer y su pequeña niña en Anáhuac y Río Pánuco, o alrededor del parque Mendoza que parecía como si hubiera sido bombardeado.

En su momento algunos ingenieros nos señalaron una serie de errores que presuntamente cometía el gobierno de Rivas que derivaba en la impresionante cantidad y dimensiones de los socavones que surgieron, que aunados a la falta de inversión y mantenimiento, había una serie de maniobras equívocas de Comapa que no correspondían con la capacidad del sistema de drenaje pluvial y sanitario, haciendo que este colapsara, por decirlo de una manera menos técnica.

Estos últimos días Yahleel, quien formó parte de esa administración panista que no hizo nada por Nuevo Laredo, aunque al último encabezó el proyecto para la alcaldía en un intento para suceder a Rivas, pues ha criticado las obras de los colectores del actual Ayuntamiento, pero las reacciones no parecen haberse inclinado a su favor, por el contrario, lejos de ayudarse afectó aún más su imagen que de por sí terminó muy desgastada en la campaña.

Las críticas que se han hecho politizando el problema no tomaron en cuenta los aspectos principales, comenzando por la cantidad de agua que cayó en tan poco tiempo y la capacidad de los colectores, aunado a la comparativa de los tiempos anteriores -incluídos los cinco años de Rivas- en los que los cruceros de siempre duraban inundados por días y no horas, como ocurrió en esta ocasión, que se fue desfogando deacuerdo a la capacidad de los colectores pluviales, aunado a que no se generó la cantidad de baches y socavones que surgían hasta con la má mínima de las lluvias durante la administración anterior.