Para muchos fue la llegada del hombre a la luna un grandísimo paso para la humanidad. Recordemos que el siglo pasado a principios de los años sesenta, Estados Unidos decidió arrancar un proyecto tecnológico sin precedentes, que pretendía poner los pies del hombre en la luna antes de finalizar el decenio. Según refiere el ingeniero industrial Rafael Clemente en su interesantísimo libro titulado “Un pequeño paso para un hombre. La Historia desconocida de la llegada del hombre a la luna”, Estados Unidos logró su objetivo hace 54 años, precisamente en la madrugada de un 20 de julio de 1969, cuando Neil Amstrong y Edwin Aldrin pisaron nuestro satélite.
Aquel proyecto denominado Apollo no fue un hecho aislado, sino que estuvo precedido por una serie de misiones preparatorias, con y sin tripulación -humana y con animales (monos)- controladas por la entonces recién creada agencia denominada National Aeronautics and Space Administration (NASA), la cual entró en funciones el primero de octubre de 1958, impulsada por el entonces presidente Eisenhower, quien pretendía centralizar en un solo ente, todas las actividades espaciales de carácter civil.
Entre los que la NASA heredó, figuraba uno puesto en marcha poco antes por la Fuerza Aérea Estadounidense y que consistía primeramente en poner al hombre en el espacio. Este proyecto, según refiere Clemente, inicialmente se llamó MISS (Man in Space Sooner), cambiando posteriormente su nombre al de Proyecto Mercury.
Según se publica en el sitio web de Forbes, el astronauta de la NASA Reid Wiseman hace unos días dio a conocer estar muy emocionado por haber sido elegido para comandar la nueva histórica misión Artemis II con destino a la Luna, sintiéndose privilegiado de formar parte de una nueva era espacial en la que la humanidad tendrá una presencia permanente en el satélite, para posteriormente alcanzar Marte, previsiblemente salir a la Luna en noviembre del próximo año, para volar a su alrededor antes de volver a la Tierra. Con ese viaje se dará por terminado un paréntesis de más de medio siglo desde la conquista de la luna, cuando vio el fin la misión Apolo 17 de 1972, y comenzará una era en la que la NASA explorará el espacio profundo, más allá de la órbita terrestre en la que ha estado concentrada en las últimas décadas.
Wiseman, declaró que esta misión supone construir una puerta de enlace en el entorno lunar, ver huellas humanas en la luna y ver construidas instalaciones de investigación científica y “¿Quién sabe? tal vez ver unas 100 mil personas viviendo en la luna a lo largo de nuestra vida para luego vernos dirigiéndonos a Marte”, afirmó el astronauta nacido en Baltimore (Maryland) quien cumplió su primera misión espacial en el 2014, cuando se sumó a la Expedición 41 de la Estación Espacial Internacional (EEI).
Sin duda alguna, el volver a llegar el hombre a la Luna, será otro gran paso para la humanidad. Hasta pronto. Fuente: Libro titulado “Un pequeño paso para un hombre. La Historia desconocida de la llegada del hombre a la luna” del Ing. Rafael Clemente y sitio web revista Forbes.