Nuevo Laredo está lleno de héroes y ayer fue uno de esos días en los que salieron a relucir, justo en el crucero de Leona Vicario y Maclovio Herrera donde se registró una explosión que derivó en un incendio de casa habitación en la que se encontraba una mujer de la tercera edad al interior.
Entendiendo que el tiempo es crucial para salvar una vida, algunos trabajadores que se encontraban laborando en un terreno cercano, optaron por entrar al domicilio que ya estaba envuelto en llamas, para sacar a la mujer.
Estos hombres no sólo pusieron en peligro su vida, sino que tampoco buscaron reconocimiento por ese acto heróico, a pesar de que para muchos es digno de presumirse, pero los trabajadores simplemente regresaron a sus labores al saber que la mujer y su esposo, ambos adultos mayores, estaban a salvo.
Esto lo vimos también un sábado 27 de abril del 2019 en el tramo conocido como Carretera Nacional Antigua, justo en la curva que una familia tomó a toda velocidad a bordo de su Ford Explorer que terminó por impactarse en un arbotante.
A esa desgarradora escena llegaron decenas de personas para apoyar en las labores de rescate, todos desconocidos entre sí, pero actuando de manera coordinada para liberar a las personas atrapadas, aunque lamentablemente los padres, Juan y María, de 24 años, fallecieron en el lugar, mientras que sus dos hijos, Fátima y Axel, de 7 y 6 años, resultaron severamente lesionados, pero sobrevivieron en calidad de huérfanos.
En ese momento, todos, sin importar la edad, estrato social o cualquier otra variable que suele ser factor de división, actuaron en conjunto para ayudar, al principio con la esperanza de sacarlos a todos con vida.
Como los casos anteriores hay muchos otros ejemplos en los que neolaredenses se vuelven héroes anónimos, arriesgando sus vidas en peligrosos escenarios, para salvar a otros, o al menos hacer hasta lo imposible para intentarlo.
Héroes neolaredenses, en todos lados
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