En la cabeza loca del nuevo gerente de la oligarquía argentina la ecuación es sencilla: todo para ella, nada para el resto de la sociedad; transferir la riqueza a ese grupúsculo y saquear a los demás, y quien ose reclamar, represión y criminalización garantizada. De cereza, en una suerte de ejercicio de golpe de Estado y con aires dictatoriales –que pretende disfrazar con un paquete de leyes–, Javier Milei exige declarar la emergencia pública y delegar las facultades legislativas en el Poder Ejecutivo por al menos dos años (con posibilidad de prórroga), ergo cancelar el Congreso y él convertirse en el único poder del Estado.
Al de por si caldeado ambiente en aquella nación, el mandatario está decidido a verter millones de litros de gasolina para que todo se incendie, y mientras más rápido, mejor. Para ello, envió al Congreso un extensísimo cuan alocado y privatizador Proyecto de Ley de bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos (664 artículos), a la luz de la dramática situación económica y social en la que está sumida el país, mientras la sociedad –incluyendo a muchos que votaron por él, pero con la notoria ausencia de partidos de oposición y el silencio de los legisladores– comienza a tomar las calles.
Con apenas 18 días en el cargo, Milei ya destrozó el de por sí endeble poder adquisitivo de la mayoría; los precios siempre al alza –varias veces por día–, especialmente en alimentos; devaluó la moneda nacional dramáticamante; estatizó deuda privada –incluida la de grupos corporativos cuyos dueños forman parte de su gabinete– por alrededor de 30 mil millones de dólares, que de un plumazo carga a los argentinos; los precios de transporte público y energéticos avanzan inconteniblemente (el más reciente, que no único, el del gas doméstico: 700 por ciento de aumento) y mucho más, que apenas muestran lo que pretende el mandatario, siempre con el objetivo de que haya sólo una ganadora: la oligarquía. Todo ello aderezado con Decretos de Necesidad y Urgencia (totalmente inconstitucionales) que destrozan el tejido social. En síntesis, oligopolio, hambre y antidemocracia.
Con la Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos, entre tantas otros objetivos, Milei pretende: privatizar absolutamente todo; desregular la economía; modificar, a la baja, salarios y jubilaciones, de por sí escuálidos; endeudamiento libre sin autorización del Congreso; modificar la composición de la Cámara de Diputados; represión de toda manifestación pública (endurecer las penas a los manifestantes, estén o no presentes al momento de la protesta; establecer penas de tres meses a dos años de prisión para el que, sin crear una situación de peligro común, impidiere, estorbare o entorpeciere el normal funcionamiento de los transportes por tierra, agua o aire o los servicios públicos de comunicación, de provisión de agua, de electricidad o de sustancias energéticas, y con tres a seis años a quienes amenacen a una persona con sacarle la asignación de un beneficio, plan, subsidio de cualquier índole).
En el texto de su mamotreto (la citada “ley de bases…) Milei manifiesta “nuestra” firme voluntad de emprender, inmediatamente y con instrumentos idóneos, la lucha contra los factores adversos que atentan contra la libertad de los argentinos; que impiden el correcto funcionamiento de la economía de mercado y son la causa del empobrecimiento de la nación. Vamos por una Argentina libre y próspera. ¡Viva la libertad! (para saquear), ergo vía libre para destrozar a los argentinos.
También dispone la privatización de aquellas empresas y sociedades de propiedad total o mayoritaria estatal (alrededor de 40), entre ellas Aerolíneas Argentinas; Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), Banco Nación; Casa de Moneda, Correo Argentino; ARSAT (telecomunicaciones), AySA (agua), Fabricaciones Militares; Ferrocarriles Argentinos, Télam (agencia de noticias del Estado), canales públicos de televisión, Empresa Argentina de Navegación Aérea y muchas más (con información de Página 12), sin olvidar salud y educación.
México transitó por esa ruta y aún padece las nefastas consecuencias, pero también los argentinos y parece que no entendieron.
Las rebanadas del pastel
Y en medio de todo ello, se registran las primeras manifestaciones de los argentinos de a pie, al grito de Milei, basura, vos sos la dictadura, desafiantes de la represión decretada por quien dice estar a favor de la libertad (para saquear)… Enorme abrazo para Marianita, por una velita más.
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