¿Mejor herencia que dejar arreglado el subsuelo, la cañería apestosa que no vemos y mucho menos olemos, pero que es casi la vida salubre de esta comunidad o al menos gozar de sanidad, de higiene y el vivir limpios? Nada tan sobresaliente como esta grandísima obra hedionda pero tan necesaria y que desde ayer o algo poco más atrás a sus dos años de administración, este Cabildo ya le está metiendo mano (de chango, retroexcavadora, aplanadora y demás).
Este gobierno burricipal se la está jugando fría con un megabeneficio a corto y mediano plazo, pero principalmente a muy largo plazo, que dejará a nuestra ciudad bien parada en drenaje y redes hidráulicas, que hoy ya corren bajo nuestras entrañas, tierra que empieza sentir bajo su panza, una bola de tubos, ductos, canales, válvulas y demás popotes que se le extienden por doquier.
Esta frontera compartida con El Gabacho va a quedar de puros peluches, muy saneada en materia de aguas residuales, bien encapsulado su detritus, las heces y demás. Y más ahora que La Yunta acaba de aprobar el involucrarse -a instancia directa de nuestra propia administración municipal- en una inversión conjunta de 81 millones de dólares por parte de los tres niveles de gobierno, en infraestructura hidráulica y sanitaria.
Entre ellos, se otorgará un crédito de 6 millones verdes al burricipio, otros 22 millones de toneles de cueros de rana pero a fondo perdido, además de 32 millones de dólares que ya este colegiado ranchero ha aterrizado en estos dos años, un mes y 26 días del presente trienio. En tal materia tan sucia, sí que se la ha tendido como bandido la presente administración.
Por favor ni intentemos convertir esa grosera lanota a pesos, cómo para qué, son muchos morlacos, y aclaramos que si se maneja en dólares, es porque es binacional o internacional el río Bravo o Grande, así como el asunto que nos ocupa. Y la obra a realizarse de quitarle las descargas directas de aguas negras desde Nuevo Laredo, acabará con el pestilente tufo y brutal daño al afluente binacional, ese que ni nos deja comernos un pescadito del río.
Huelga decir que es nuestra responsabilidad como ciudad ribereña y por ser quienes estamos ensuciando de sobremanera ese caudal que no solo es mexicano.
Pero todos se han hechos weyes, baste decir que por parte de Nuevo Laredo, en estos tiempos modernos (1990 para acá) ni Arturo Cortez Villada, ni Horacio Garza Garza (dos veces), ni Antonia Mónica García Velázquez, Marcos Alejandro García, ni José Manuel Suárez López, ni Daniel Peña Treviño, ni Ramón Garza Barrios, ni Benjamín Galván Gómez, Carlos Enrique Canturosas Villarreal le metió poco, pero se queda corto, ni Oscar Enrique Rivas Cuéllar (cinco añotes el desgraciado), ni Rafael Pedraza Domínguez, ni Arturo Sanmiguel Cantú, nadie, pero sí muchos de ellos han reportado, han dado informe (fantasmagórico) y hasta ¡han facturado! al respecto.
¿Remember la bola de tubos durante años, echándose a perder en el terreno junto al “Juega y Juega” por avenida Ruiz Cortines? ¿O los drenajes 15 de Septiembre Norte y Sur, así como el Campeche, el Coyote Bajo y Coyote Alto, el Paseo Loma Real, así como muchas otras obras más de las que no se hizo más que para pura progenitora?
En ruñón de cabildo, este fin de semana se acordó entrarle con todo a esa insaciable bestia subterránea que se traga el dinero como si fueran cacahuates, devora el dinero con singular desenfado y con una simpleza bárbara, una vez que abres el suelo, con insana rapidez se chupa la feria, te come la gran efectividad que tiene para desaparecer la lana, aquello es un contento, un pozo sin fondo. Hablamos de la ampliación y mejoramiento de dicha infraestructura subterránea, en lo hidráulico y en lo sanitario.
PERO HAY UN DIOS
Y eso a lo que ningún vivales del reciente pasado quiso nunca entrarle, a toda esa magna obra de hoy día por parte de este colegiado burricipal, el inteligente pueblo de Nuevo Laredo sí que se los agradeceremos siempre, al menos los seres pensantes tendremos siempre claro que si no estamos de popó hasta el cogote, es por todo lo que estas rucas y batos están haciendo en el trienio del 2021-24.
Lo de estas monas y changos, sinceramente no pasa desapercibido para los bien nacidos en el terruño; y nadie es tan wey como para no darse una ideota del valor del gesto y el esfuerzo que se está realizando.
Colectores sanitarios y pluviales, ¡La red de alcantarillado! Alivianar la Planta Internacional Tratadora de Aguas Residuales (PITAR), ni se diga cárcamos y equipos de bombeo, todo el triperío para acabar con las descargas directas de guano, tal y como los 11 enormes defecaderos que la CILA o IBWC (International Boundary Water Commision) de ambos países, siempre le reclamaron al bandidazo de Enriquecido Rovas y que este les dijo que las iba a eliminar, pero que nunca le metió un penny o penique, y que lo único que sí cooperó, fue con tremendos tiburones café, con más cacomixtle salida de su muy personal y corporal cloaca.
Este trienio de Carmen Lilia Cantú Rosas, con tal decisión, ha amarrado el rescate de algo tan importante como muy olvidado por toda la bola de sátrapas del pasado, que siempre dijeron; “ahí se la dejamos pa’ los weyes y vacas que vengan arando atrás de nosotros”. Sí, este Cabildo y el que viene –que el pueblo agradecido claro que se encargará de que sea el mismo de ahora- habrán tomado una decisión trascendental para Nuevo Laredo y para todos nosotros, su gente, la que hoy moramos y mañana muramos en el terruño, así de sencillo.
Aguas abajo, en Nueva Ciudad Guerrero, Ciudad Mier, Miguel Alemán, Camargo, Díaz Ordaz, Reynosa, Río Bravo y Matamoros, se lo van a agradecer a este gobierno burricipal de Nuevo Laredo; y no que nosotros la bebimos como venía, desde Ciudad Acuña, Jiménez, Piedras Negras, Guerrero, Villa Hidalgo y Colombia, ni pex.
Feliz domingo para todos vosotros, pásenla con mambo y ya pónganse a jalar, ya hasta parecen ustedes maestros de la SET o alcalde del pasado, ya vienen las fiestas de diciembre y volverá la webbota desagraciada, así que mientras se pueda, desquiten lo que se les está pagado, no sean tan desgraciados, como si fueran los (p) ediles del reciente pasado.