Esta semana a nivel nacional la atención se enfocó en los estragos del huracán Otis en Acapulco, pero localmente no hubo mayor controversia en el pueblo que la caída de una pequeña de kínder, luego de que unos perros se metieran al plantel y entre el juego y la corredera de los niños, cayó y se rompió el brazo.
Pues el debate se armó en grande y por un lado está la gente que dice que los perritos no tienen la culpa y que solo estaban jugando, mientras que otros más dicen que nada tenían que andar haciendo ahí unos canes y de paso dijeron que pues hay bastantes y se siguen multiplicando.
En fin, ahí en los comentarios se armaron las peleas verbales, unos echando culpas, otros filosofando, pero hubo también muchos comentarios muy razonados sobre las causas y posibles soluciones para evitar la proliferación.
De la misma han surgido poco más de 20 mil perros callejeros que andan por ahí a la deriva, obviamente comiendo lo que pueden, sin vacunas ni alguna otra medida a favor de su salud, así que eventualmente son blanco de garrapatas y otras plagas.
Entre lo poco que muchos podemos estar de acuerdo, es que toda esta problemática es responsabilidad de todos, entre sociedad y gobierno, así que nos toca resolverlo en conjunto.
Para empezar, lo más lógico es entrarle a la esterilización de forma más agresiva, pero específicamente en los callejeros, pues los que si tienen hogar, ya sea en campañas gratuitas o pagando a particulares, estos ya son incluidos.
La conversación es extensa, así que seguramente le vamos a seguir, por lo pronto aquí la dejamos y nos leemos la próxima semana en este mismo espacio con su amigo El Reporteronte… del Monte, una especie en peligro de extinción.