ARTÍCULO

300 años del periodismo en México

Escrito en OPINIÓN el

Dr. Don Juan Ignacio María de Castorena, Primer Periodista Mexicano y su “Gaceta de México” nuestro primer periódico.

En la Capilla del Cristo de las Ampollas de la monumental Catedral de Mérida, Yucatán, está la cripta que guarda los restos mortales de los señores obispos habidos en esa entidad, y entre ellos se encuentran los de Don Juan Ignacio María de Castorena Ursua y Goyeneche
Don Juan Ignacio, fue el primer periodista mexicano y su “Gaceta de México” nuestro primer periódico.
Narran sus biógrafos que Zacatecas, ciudad fundada por Don Cristóbal de Oñate en la segunda mitad del siglo XVI, famosa por su Veta Grande “y excepcional riqueza”, acunó el nacimiento del doctor Castorena, el 31 de Julio de 1668.
Fueron sus padres el capitán Don Juan de Castorena Ursua y Goyeneche, originario del Reino de Navarra (España), y su madre Doña Teresa de Villarreal. Nos dice el Señor Obispo, Don Crescencio Carrillo y Ancona “que tenían una rica situación económica y que era un matrimonio que más se distinguía por su piedad cristiana y honradez, que por sus pergaminos y blasones de nobleza que poseían”.
La niñez del Dr. Castorena la pasó en su ciudad natal a lado de sus padres, y ahí aprendió las primeras letras. Ya adolescente, bajo los cuidados de los padres jesuitas, estudió en el Colegio de San Idelfonso -hoy museo en la Ciudad de México- por más de 12 años. Fue un estudiante distinguido al grado de haber disfrutado de una “beca real”, en reconocimiento al empeño que manifestó en sus estudios. Terminó recibiendo el grado de Dr. en Cánones. Después vendrían otros doctorados como fueron el de teología y filosofía. estos otorgados en la Universidad de Ávila, España.
Desde esa época se perfilaba por su gran afición a la literatura y mostraba atracción en el ejercicio del periodismo, lo cual quedó plasmado en el primer periódico, la “Gaceta de México” publicado en el 1 de Enero de 1722.
Al fin, después de tantos balbuceos periodísticos nació el primer periódico de Hispanoamérica, considerado de esa manera primero por el carácter noticioso del impreso y luego por la periodicidad fija.
Cabe señalar, -porque es de gran mérito- la admiración y respeto que sintió por Sor Juana Inés de la Cruz, su gran amiga.
La notable religiosa y el Novo Doctor en Cánones cultivaron amistad tan cordial, que ciertamente al circular unos impresos criticando a la poetisa, el Doctor Castorena la defendió con bríos, dedicándole ella después, la siguiente décima:

Al Sr. Dr. Don Juan Ignacio de Castorena
Favores que son tan llenos,
No sabré servir jamás,
Pues debo estimarlos más
Cuanto los merezco menos,
De pagarse están ajenos
Al mismo agradecimiento,
Pero ellos mismos, intento,
Que sirvan de recompensa,
Pues debeis a mi defensa
Lucir Vuestro entendimiento.

A la muerte de Sor Juana Inés, que el Dr. Castorena debió sentir como una pérdida irreparable, de su dilecta amiga, se dedicó a promover y difundir en España, su obra, y así fueron publicados con recursos económicos, propios del Dr. Castorena, los versos “FAMA Y OBRAS PÓSTUMAS DEL FÉNIX DE MÉXICO, DÉCIMA MUSA, POETISA AMERICANA SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ”. Editado en Madrid, año 1700.
Pero volvamos ahora al personaje que nos ocupan estas líneas al Dr. Castorena de quien nos siguen narrando sus biógrafos, que la “Gaceta de México”, fue publicada el 1 de Enero de 1722 y fue en la capital de la Nueva España donde vio la luz primera.
La periodicidad con que fue publicada la “Gaceta de México” fue de seis meses, y se vio interrumpida su edición, por la escasez de papel y otros trabajos encomendados al Dr. Castorena por la santa sede; también, se atribuye “a la descapitalización de Don Juan Ignacio”, según lo refiere Mariano José Beristain. El periódico se publicó en cuatro hojas, ocho páginas y se conocen 48 planas. Las noticias dadas a conocer fueron tanto del orden político, comerciales, marítimas, religiosas y como sociales”.
Su obra pastoral fue amplísima. Infatigable se le vio recorrer la península Yucateca de Norte a Sur, “emprendedor, diligente y alerta a toda novedad” así fue la obra pastoral del Dr. Castorena hasta que la muerte le sobrevino por la serie de padecimientos que sobrellevó y, el 13 de Julio de 1733 entregó su alma al creador. Y como buen pastor murió apacentando su rebaño, predicando, confirmando, consolando y remediando hasta donde le fueron posibles sus fuerzas
Cabe pues la gloria para México y los mexicanos, de que el primer periodista y fundador del primer periódico, fue este ilustre prelado nacido en Zacatecas.
Agradecimientos:
Señor Arzobispo de Yucatán Monseñor Don Gustavo Rodríguez Vega.
Hermana Julia Moreno Capetillo OJS.
Pbro. Héctor Cárdenas.
C.P. Alejandro López Pérez.
Por el apoyo brindado en la recopilación y elaboración de esta semblanza.