ENTRE LÍNEAS

No hay que buscarle ruido al chicharrón

Escrito en OPINIÓN el

Los dichos y refranes cortos nos han acompañado desde hace muchos años en nuestro lenguaje, algunos, los más famosos, han pasado de generación en generación y sin perder su forma original. Los hay de todo tipo, desde los que están cargados de picardía, hasta los que llevan el doble sentido para quien guste entenderlos. Dice la gran Wikipedia que los dichos populares son un conjunto de palabras que expresan algo que no coincide con el sentido literal de las mismas, pero sin tener carácter de sentencia o consejo.

En México los usamos sin darnos cuenta por lo menos dos veces al día en alguna de nuestras conversaciones, y es que son tan populares que los niños los aprenden y estos los replican con tanta originalidad que al escucharlos, nos vuelven a dar risa, como si se tratase de algo nuevo o que nunca hayamos escuchado.

No hay que buscarle ruido al chicharrón, se utiliza para tranquilizar a alguien que tiene proclividad por pensar negativamente o por buscar problemas. Por ejemplo, si un personaje insiste en fastidiar a alguien y le está haciendo perder la paciencia, es cuando se usa este dicho.

Mucho se dijo de la decisión y el sentido de la votación en la SCJN en torno al caso del gobernador de Tamaulipas, en donde no lo declara inocente, simplemente le dice que la inmunidad procesal inherente de su cargo se mantiene hasta el último minuto por el cual fue elegido, y que además, en dado caso, es el poder legislativo estatal el único facultado para desaforarlo. Y es que hay versiones de todo tipo: que si los cabilderos le ayudaron, que si lo ganó a billetazos, que si los ministros son sus compadres y comadres, que si la justicia se negoció… versiones las hay de todas y variadas, sin embargo, hay una, la que menos han alentado a que sé dé a conocer o que se replique es la que habla de la gobernabilidad de nuestro estado.

Mi querido sospechosista, apúntele bien y, analice lo que en verdad pasó. En aras de la gobernabilidad de nuestro estado, de mantener intactas las instituciones, de evitar más confrontaciones, de tratar de que el más afectado sea el pueblo, se decantaron las y los ministros por la decisión ya conocida. “Vamos a dejar las cosas como están, le quedan 45 días de inmunidad, después de ahí que se defienda como cualquier ciudadano”. Me dicen que esas fueron, palabras más palabras menos, lo que se dijeron entre ellos cuando analizaron el proyecto de resolución.

Todo tiene sentido. Las cosas se quedan como están, hay una transición medianamente tersa y al actual ejecutivo estatal le dan un falso sentimiento de triunfador. La realidad es que a partir del primero de octubre, el proceso en el que se le involucra, seguirá su curso, además, los expedientes que han ido engrosando los equipos legales del Dr. Américo Villarreal y del Dr. Santiago Nieto, le darán mas dolores de cabeza de los que ahora tiene. Tamaulipas y los tamaulipecos podrán darse cuenta en los próximos meses de la forma tan burda en la que saquearon al erario y de la diferencia que hay de la actual versión oficial con la que nos ofrecerá el primer gobierno de la cuarta transformación en la entidad. Total, los ministros dijeron: “No le busquemos ruido al chicharrón”.

Señores y señoras, el tiempo se le agota al actual gobierno, y los que piensen que seguirán mandando en Tamaulipas están muy equivocados, ni el gran Jefe Máximo, Plutarco Elías Calles, le duró tanto el gusto de mandar, al llegar Lázaro Cárdenas, lo forzó a emprender un exilio que permitió que mandara como presidente, como debe de ser.

Reenviado

El Dr. Américo Villarreal busca los mejores perfiles para ocupar las secretarías que conforman el gobierno, ¿habrá sorpresas?, sí. Este nuevo gobierno tiene que usar a los mejores para componer el trabajo de los peores.