No cabe duda de que en tiempos de inflación como los que hoy vivimos globalmente, de los cuales México y por supuesto Nuevo Laredo y Tamaulipas no son la excepción, sino la confirmación de la regla.
El consumidor debe proteger su poder adquisitivo. En este contexto, es un imperativo el que haya cooperativas de consumo, tianguis populares y central de abastos, tanto en México, como en Tamaulipas y por supuesto en Nuevo Laredo. Sabemos y reconocemos el gran trabajo que realiza la alcaldesa y su productivo equipo; sin embargo, estamos seguros, que dentro de los planes del gobierno municipal de nuestra muy trabajadora y visionaria Carmen Lilia Canturosas, está el coadyuvar, a contrarrestar, en lo posible, la inflación y maximizar el fomento a la actividad económica.
Es por lo que estamos seguros de que la alcaldesa está muy dedicada a aumentar el aprovechamiento del comercio internacional y la maquila, para generar mayor bienestar sustentable entre el pueblo que tanto la quiere y que abrumadoramente la eligió.
Aunado a esta ejemplar dedicación de la flamante alcaldesa, está el promover las cooperativas tanto de producción como de consumo y la aplicación de la economía mixta para detonar los proyectos estratégicos de la ciudad. Mismos proyectos detonadores del desarrollo que en los nefastos cinco años de los corruptos e ineptos gobiernos que la antecedieron, brillaron por su ausencia.
Así como podemos decir, que es una vergüenza, a pesar de los esfuerzos en este sentido de la 4T el que México no tenga aún marca propia de fabricación de vehículos automotores y demás artículos electrónicos, además de su propia marca 100% nacional en enseres domésticos, después de 55 años de maquila.
Mientras, incluso Vietnam, que hace 40 años estaba todavía devastado por una infernal guerra, que terminó en abril de 1975. A pesar de las décadas que le tomó la reconstrucción de su infraestructura básica y productiva, hoy por hoy Vietnam produce todo tipo de automóviles y demás productos electrónicos y de comunicaciones con sus propias marcas y los vende globalmente con gran éxito.
Y ni qué mencionar el caso de otro país devastado por la guerra y que tan sólo en 30 años logró diversificar su propia industria y exportar con gran éxito globalmente, me refiero Corea del Sur. Y ya para que abultemos, el caso de Japón y muchos otros.
La clave está en la visión y voluntad política del gobernante, así como de la relevancia que se le dé a la política pública de fomento industrial y de valor agregado al comercio internacional, que para colmo de los colmos, permaneció ausente en México durante todo el nefasto periodo del neoliberalismo.
Dicho lo anterior como preámbulo, y enfocándonos al tema de las cooperativas de consumo y centrales de abasto localmente, ante la oleada de abusos de las tiendas de supermercado, amparadas en la inflación.
Podemos aseverar con sustento y conocimiento de causa, que es una verdadera pena que en Nuevo Laredo hoy tengamos dominando el mercado sólo supermercados, foráneos.
Smart de Ciudad Juárez, Soriana de Torreón, Chedraui de Veracruz y HEB de Monterrey. Este oligopolio significa, por un lado, un cuello de botella para la ya de por sí incipiente, industria restaurantera en la ciudad.
Y por otro lado es un acicate para los hogares; aparte que es una aspiradora que se lleva, a otras latitudes, gran parte de la derrama quincenal de sueldos y salarios de la ciudad, inhibiendo el efecto multiplicador del gasto y desviándolo a otras ciudades.
Es una pena de que Nuevo Laredo de tener hasta Banco Nacional y diversas marcas locales de cobertura nacional como en el caso del aceite y la manteca comestible, amén de una economía plenamente diversificada en todos los sectores de la economía, como lo son el sector primario, secundario y terciario, y una fuerte derrama derivada del comercio internacional, aparte de las abultadas participaciones federales, hoy sea sólo, para efectos prácticos (sin entrar en detalle por cuestión de espacio) una ciudad de paso, donde incluso, la derrama derivada del comercio internacional, sólo queden migajas. Como lo evidencia el hecho que en Laredo, Texas haya más de 2,000 bodegas y en Nuevo Laredo sólo dos.
Abandono económico, que se ve magníficamente ejemplificado por el abultado número de miles de viviendas y cientos de establecimientos comerciales y unidades económicas en completo estado de ruinas y dejación. Y por sólo citar un ejemplo adicional, por el irrefutable hecho de que a ya casi un cuarto de siglo de inauguración del Puente de Comercio Mundial, éste no tenga ni siquiera agua potable, existiendo una potabilizadora construida para tal propósito.
Y adicionalmente que el proyecto del desarrollo de las zonas aledañas al ya citado Puente 3 se le haya entregado dolosamente, en lo oscurito, al grupo Monterrey por los gobiernos priistas de aquella época.
Y gracias a que este grupo en contubernio con los gobiernos prianistas, lo adormecieron de tal manera que se propició que las maquiladoras y centros de distribución se hayan ido a Monterrey, Reynosa, Saltillo y San Luis Potosí y las bodegas de reexpedición se hayan multiplicado en la ciudad hermana de Laredo, Texas durante estos ya casi 25 años.
Como se puede observar si se compara una foto aérea de hace 25 años de la periferia de Monterrey o de Laredo, Texas, donde estaba sólo monte hoy está lleno del desarrollo industrial y comercial, parte del cual le correspondía a Nuevo Laredo, y que de haberse hecho realidad en nuestra ciudad, hubiese generado decenas de miles de empleos directos e indirectos durante estos pasados 25 años.
Es por eso que en el poniente del lado mexicano de la frontera tenemos un estancamiento económico y la subsecuente galopante pobreza y exponencial deuda social; mientras al cruzar el puente al lado americano todo es progreso, vertiginoso crecimiento de gran infraestructura y riqueza acumulada de las familias que ahí habitan.
Esto no es normal, es absurdo y es el motivo que los jóvenes de Nuevo Laredo estén buscando trabajo fuera de aquí, particularmente en la vecina ciudad.
Dicho lo anterior y volviendo a las cooperativas, éstas son responsables del 13% del PIB global. Sin ir tan lejos, en una economía capitalista a ultranza como lo es Texas, por sólo citar un ejemplo, en Austin, en San Antonio y en todo el mundo, las cooperativas ayudan al consumidor sobre todo en tiempos de inflación como los que vivimos.
Sin duda, podemos asegurar, a Nuevo Laredo lo han ido saltando. Por sólo citar algunos ejemplos, antes había la compañía del gas local que era ejemplo nacional de modernidad, un notable dinamismo en el hoy subutilizado rastro sanitario; antes había gerencia regional de bancos y había la presencia de la banca de desarrollo como Nafinsa, Banobras, Bancomext, e incluso el extinto Instituto Mexicano del Comercio Exterior. Aquí mismo, podías dirimir diferencias entre el cliente y la empresa en cuestión, como es el caso de la CFE, etcétera.
De seguir esta tendencia y la ausencia total de proyectos estratégicos detonadores del desarrollo en la ciudad, el pueblo seguirá incurriendo en un gran costo de oportunidad, con una cada vez mayor y acelerada pauperización del tejido social inherente a pesar de los grandes esfuerzos de aumentar el bienestar por parte de los gobiernos emanados de la 4T. Si no, pa’l baile vamos.