A veces, tanta tecnología no sirve más que para empeorar todo.
¿Por qué cambiaron a las personas por robots y máquinas automáticas que contesten los teléfonos? Eso es retroceso, no avance.
La semana pasada intentamos llamar a la Oficina Fiscal de Nuevo Laredo, y nunca nadie contestó.
Otro ejemplo, para obtener cita para el pasaporte, nos dan un teléfono que nunca responden. Tiene uno que llamar mañana, tarde o noche, porque siempre están ocupados. Y si va uno personalmente a la oficina, nos rechazan, que ahí nada se puede hacer, porque las citas sólo son por teléfono, o la página de internet. Qué absurdo. Si ya estamos ahí, qué les cuesta atendernos.
Lo mismo ocurrió en el Hospital General, tampoco contestaban, hasta después de una hora de intentos.
En Protección Civil, nos comentan que ocurre lo mismo. Incluso, en el teléfono municipal, aunque contestaron, no supieron cómo orientarnos para lo que queríamos.
Tal vez se ahorren dinero, pero el servicio es pésimo, señoras y señores directores. Nos hacen odiarlos cuando escuchamos una voz grabada que nos recibe por ejemplo con el banco, para conocer su saldo presione uno; para tarjetas de débito, presione dos; para tarjetas de créditos, tres; para robo o extravío, presione cuatro... Y así se repite, sin que nos den la opción que nosotros buscamos. Presionamos un botón, y nos da otro menú, para el servicio técnico, presione uno; para fallas en el servicio, presione dos; para pedir un cambio, presione tres… Y va de nuevo, nos tenemos que tragar el coraje, porque es absurdo enojarse con una máquina que no nos entiende.
Después de largos minutos, y de apachurrar todos los botones, finalmente, nos dice, en un momento, uno de nuestros operadores le contestará.
Su llamada es muy importante, por favor espere.
“Todos nuestros ejecutivos están ocupados...”.
No sabemos de quién fue la idea de cambiar a las personas, para poner robots a que contesten los teléfonos, pero creemos que fue un grave error.
¿Usted qué opina?