Si no es ahora, será mañana, pero CR7, uno de los mejores futbolistas de la historia, no puede perderse la próxima Champions por estar en un equipo que no la va a disputar.
Esperemos que su salida de los Diablos Rojos se dé en estos días, semanas, aunque todavía queda abierta la puerta del mercado de invierno, después del último Mundial del de Madeira. Pero de que se va, se va, así le pagaran 10 veces más por quedarse. Más que el dinero, al futbolista más popular del planeta le interesa la gloria.
El lusitano es competitivo a morir y además no quiere ser recordado porque en el ocaso de su carrera ni siquiera tuvo posibilidad de levantar otra vez “La Orejona”.
Podrá ganarla o no, pero debe poder luchar por esa estrella. Es como si Aquiles no hubiera ido a la guerra de Troya. Ya después podrá venir a la MLS, a Los Ángeles seguramente, una ciudad hecha para él, pero de momento tiene que emigrar de club y llegar a uno de los favoritos, un peso pesado del “Viejo Continente”.
Más pesado que la losa de la edad del portugués, que le está complicando la existencia, pues los grandes equipos de Europa piensan a futuro, y este astro está cada vez más cerca de apagarse, pero mientras eso no suceda, debe seguir brillando en el universo que se merece, no en uno secundario.
LOS LARCABOYS, CON OTRO INICIO PROMETEDOR
En la cima de la tabla de este incipiente Apertura 2022 se encuentran, con paso perfecto (al menos hasta ayer por la tarde), Toluca, que el torneo pasado hizo agua y está en busca de recuperar su gloria de finales del siglo pasado e inicios del actual; el subcampeón Pachuca, un equipo por lo general obligado a buscar el título desde que demostró que no era flor de un día al lograr su primer campeonato en 1999 después de pasar casi 100 años de soledad en Segunda División, y Puebla, un ejemplo de regularidad en el banquillo.
Este último equipo es el que llama la atención por su buen desempeño en las recientes temporadas, clasificando a Liguillas e incluso hasta Semifinales, pese a tener una nómina bastante modesta, la número 13 de 18, según el portal Transfermarkt.
Sin quitarle mérito a los jugadores, el mayor “culpable” de los más que aceptables resultados de los Camoteros es su cerebro, Nicolás Larcamón, quien ha sacado lo mejor de sus elementos, que tienen una comunión total con él, lo cual es esencial y se refleja en la cancha.
Incluso, debido al trabajo entregado en la Angelópolis, en meses anteriores se le candidateó para dirigir a la Selección, lo que me parece exagerado, y lo atribuyo a esa obsesión del aficionado mexicano por buscar un Mesías que nos lleve a la Tierra Prometida, el quinto partido en un Mundial.
Donde sí habría querido verlo, a pesar de mi tirria por las Águilas, es en América, primeramente porque siempre da gusto cuando le va bien a alguien que trabaja y tiene capacidad.
Llegar al Nido habría significado un sustancial aumento de sueldo y de presión para el argentino. Presión que no ha tenido ni va a tener nunca en el Puebla, hay que decirlo. Sería bueno mirarlo en un banquillo con más reflectores. Ojalá suceda en el futuro cercano. Si no a Coapa, que Larcamón arribara a Chivas o Cruz Azul, oncenas con arrastre nacional, Tigres y Monterrey, equipos regionales, pero obligados por sus nóminas y sus aficiones, que ya se acostumbraron a verlos pelear títulos, no descensos.