Ahora que pasó la reciente Final en la Liga MX y vemos a dos porterazos en todos los aspectos como Camilo Vargas y Óscar Ustari, que tapan en la línea con reflejos de gato, rechazan centros o se quedan con la bola, achican y obligan al atacante a tirar la bola fuera o estrellárselas en el cuerpo, no creo ser el único que se da cuenta de con lo que tenemos que conformar en la Selección: un porterazo en la línea y nada más.
Porque Memo Ochoa, para los centros parece de Tercera División, por eso nunca sale y cuando sale, sale mal. No llega a la bola, la rechaza débil, la deja muerta. Un fiasco. Llegar a los límites del área grande cuando viene el atacante con la pelota controlada tampoco lo domina, no corta a tiempo, deja pasar al jugador con tal de no derribarlo por el obvio penal, lo que se puede evitar si no está pegado a la línea, pero esa es su especialidad y no lo ha arreglado nunca ni lo va a arreglar.
¿Para qué? Si con eso le ha bastado para jugar en equipos chicos de Europa y ser inamovible en la Selección. Le han consentido ponerse sus moños de venir a los llamados desde el “Viejo Continente” para ser titular.
En 2014, Miguel Herrera le prometió un juego al campeón olímpico Jesús Corona y no se lo cumplió. Un juego, aunque el titular debía ser él. Le correspondía por el momento y por ser pieza angular de la mayor hazaña en la historia del futbol nacional, la medalla dorada en Río 2012.
En 2018, Osorio, el “rey de las rotaciones”, al único jugador que no rotó fue al portero. Es curioso. Y Ochoa no lo hizo mal, al contrario. Tuvo una actuación destacada, lo que no entiendo es por qué es una de las “vacas más sagradas” de las varias que hay. No sé si por su popularidad y contratos publicitarios o qué.
Ahora se viene otro Mundial para él y realmente en este momento no tiene competencia como en otras épocas, lo cual no evita que sus porristas, sobre todo en las filas de Televisa y los que esa empresa ha exportado a canales de la competencia, lo defiendan a capa y espada.
No veo para qué. No cambia nada. Él va a seguir bajo los tres palos de la Selección hasta que quiera. Puede llegar hasta el 2026 si no se ha retirado. Los más jóvenes se deslumbran con este canterano americanista, pero eso es porque no vieron jugar a Jorge Campos o a Adolfo Ríos, entre otros, que nos daban seguridad total, no nada más en la raya.
Espero que Polonia no nos mande muchos centros, porque contra ellos nos jugamos el boleto a la Segunda Ronda. Igual allí va a estar Memo atrás para hacer sus atajadas espectaculares, las que no deberían existir si él saliera a matar la posibilidad de un cabezazo rival, pero eso no lo ven o no lo quieren ver sus porristas.
Para el 2026 se está hablando mucho de Carlos Acevedo y con razón, se le pueden pulir detalles y que llegue en plenitud. También habría que seguir la carrera del exbravo de Nuevo Laredo, Gil Alcalá, quien me parece un porterazo, recién llegado a Universidad, el club más popular en el que ha estado y, como él mismo menciona, es la mejor oportunidad de su carrera.
Me parece que al tener más experiencia que el de Santos, o el mismo Luis Malagón, con un Cota que nunca ha cuajado en Selección y con Talavera y Ochoa de salida, Alcalá tiene grandes posibilidades de ser nuestro arquero en el tercer mundial del que seremos locales.
Un ex de Bravos, posible futuro portero del Tri
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