SOPA DEL DÍA

Cabeza de Vaca y la delincuencia política

Escrito en OPINIÓN el

Francisco García Cabeza de Vaca ha caído en la delincuencia política. Un delito más del que lo pueden acusar, cuando pierda el fuero.
El gobernador de Tamaulipas ha mostrado una vez más que la ley y el derecho le valen sorbete, y usa y abusa de la fuerza pública y del sistema de justicia a su antojo para castigar a los -cada vez más- personas inconformes con su gobierno.
“La represión política es aquella que se ejerce desde el poder político, con la pretensión de castigar con violencia la disensión respecto al mismo y que supone, en general, la negación de los derechos civiles y la libertad política”, señala el diccionario.
Al momento de enviar a la fuerza pública contra toda una población, como ocurrió en Hidalgo, cometió el abuso de considerar a todos como delincuentes, sin juicio de por medio, ni respeto al debido proceso.
Con toda razón, los habitantes piden que la Guardia Nacional y la Sedena se encarguen de la vigilancia del pueblo, pues desconfían de la autoridad estatal, y tienen razón. Lamentablemente, la Policía de Tamaulipas ha sido involucrada en numerosas ocasiones en delitos y hasta homicidios extrajudiciales.
También, se confirma que hay represión, porque hay una motivación política. ¿Por qué hasta ahora lanza a las autoridades precisamente contra personajes que lo han criticado? ¿Por qué en plena campaña electoral, en la que abiertamente apoya a su candidato favorito, y exfuncionario de su administración? ¿Está reconociendo que su candidato está en posición débil, y quieren meterlo -literalmente- a fuerza?
Y finalmente, hay una negación de los derechos civiles y de la libertad política.
Desde el momento en el que acusa a sus opositores y le pide a la procuraduría que abra expedientes con dedicatoria personal, está cometiendo un abuso contra la libertad política.
El gobernador, entonces, ha caído en la delincuencia política.
¿Usted qué opina?