Un capricho del gobernador de Texas, Greg Abbott, como medida de represalia ante la Administración Biden por el retiro del Título 42, derivó en kilométricas filas en los puentes internacionales de carga, luego de que ordenara intensificar las revisiones de seguridad a los vehículos comerciales, bajo el argumento de una posible oleada de migrantes.
Esto obviamente tiene una serie de repercusiones para el comercio transnacional y con el pasar de los días, habrá más quejas, posturas en contra y señalamientos contra estas medidas infantiles tomadas por el gobernador.
En estos casos lo usual es que su igual, pero del lado mexicano, hiciera algún exhorto a su homólogo texano, pero de Cabeza de Vaca no podemos esperar que defienda a los tamaulipecos, a pesar de que en teoría nos representa, pues durante estos años ha quedado más que claro que primero son sus dientes, luego sus parientes y nosotros… ni siquiera figuramos.
Ramiro Ramos había levantado la mano para contender por el PRI para la gubernatura, y en su momento dijo estar en desacuerdo con la alianza del PRIAN, posteriormente se formalizó y obviamente pusieron a un candidato de la confianza de Cabeza de Vaca, ahora resulta que será quien coordine en Nuevo Laredo la campaña de “El Truko” o “Truco”, que por cierto ha pasado desapercibido en la ciudad, pues si no fuera por los espectaculares y anuncios en los camiones, el ciudadano común ni se enteraría que está contendiendo.
Abbott es el culpable de las filas
Escrito en OPINIÓN el