Ratificación y Reforma Eléctrica, días de lucha, días históricos

Repito. ¿Cuánto sufrimiento hubiéramos evitado a México si Peña, Calderón e incluso Fox hubiesen sido removidos de la Presidencia mediante una consulta popular? ¿Cuánto patrimonio nacional hubiésemos salvado los mexicanos si hubiésemos evitado la imposición fraudulenta de Carlos Salinas en la presidencia, en 1988? Es difícil saberlo, pero es seguro que los mexicanos vivieran mucho mejor de lo que hoy lo hacemos, con un ingreso tres veces mayor para cada ciudadano.
Tendríamos ferrocarriles de carga y de pasajeros, autopistas gratuitas, salud universal, educación gratuita, autosuficiencia energética y alimentaria, un campo pujante y la planta productiva próspera. No conoceríamos historias nefastas como la de Ayotnizapa o escándalos de corrupción como la ‘Estafa Maestra’, el Fobaproa o la Casa Blanca. Por ello, hoy es un día de definición. Hoy con nuestro voto los mexicanos podemos establecer la herramienta que no tuvimos en el pasado y el arma que nos empodera a los ciudadanos para defender a nuestro país y evitar que un nuevo periodo extractivo y neoporfirista regrese.
Hoy, sin embargo, saldremos no a revocar, sino a ratificar el mandato de un Presidente patriota, leal a su pueblo y al mismo tiempo sepultar un régimen de corrupción y de muerte.
Y, después de la consulta, el 12 de abril vendrá una nueva batalla, pero ahora en el Congreso Federal. Un enfrentamiento político que exhibirá nítidamente a leales y traidores. Así de maniqueo, conoceremos a los diputados que están con el pueblo y que votaron por la reforma constitucional en el tema eléctrico y los que se oponen a ella, sirviendo a los intereses de un puñado de empresas extranjeras que roban a la nación 470 mil millones de pesos. Valiosos y necesarísimos recursos para un país sumido en la pobreza y la desesperación, pero que alberga en su corazón una esperanza que no estamos dispuestos a perder de ninguna manera.
Los mexicanos hemos elegido la mejor causa, la de la lucha pacífica, la vía democrática, la esperanza, la fraternidad y amor a la Patria que muchos tan sólo simulan y que hoy conoceremos y habremos de derrotar nuevamente.