RÍO REVUELTO

Aseguradoras vs asegurados

Escrito en OPINIÓN el

Ya es una década de presenciar la lucha del Dr. Lascari contra la aseguradora Quálitas, que de alguna manera ha trascendido de una pugna entre particulares a representar el descontento que existe de muchos neolaredenses, tamaulipecos y mexicanos con la forma de operar de las aseguradoras.
Sin duda muchos hemos experimentado en carne propia algún incidente, si bien no de tal proporción, sí de esta índole en contra de alguna de esas empresas, obligándonos a preguntarnos ‘¿entonces, para qué quiero un seguro?’, pues con frecuencia se niegan a cubrir los gastos que les tocan, ya sea escudándose en alguna de las tantas cláusulas diseñadas para eludir tantos pagos como sean posibles, o simplemente dando largas para que el afectado termine por desistir.
La realidad es que más que acudir a los seguros por voluntad propia, se contrata casi de manera obligatoria, se paga de manera puntual, pero cuando uno se involucra en algún accidente, usualmente los ajustadores llegan después de mucho rato y no le dan a uno la certeza de que los daños se vayan a cubrir.
Cuauhtémoc Lascari Anderson fue impactado por un camión hace casi 10 años, sin embargo, a pesar de las severas lesiones que sufrió, de tantas audiencias a las que ha asistido, incluso la huelga de hambre que llevó a cabo, la justicia no le ha llegado, y los señalamientos de propios y extraños se inclinan a presumir un contubernio del sistema legal con la aseguradora.
Ayer el conocido pediatra neolaredense asistió a una audiencia más, en las que presuntamente sería valorado por médicos del sistema de justicia, para constatar las secuelas de sus lesiones generadas en el percance por el que no ha sido enmendado, sin embargo, estos no llegaron, a pesar de que estaban agendados.
En la lucha de Lascari se han identificado muchos neolaredenses que han vivido también atropellos de parte de esta y otras aseguradoras, por incidentes de igual o menor proporción, aunque es de admirarse el valor del médico, pues no todos persisten por tanto tiempo, y es que con frecuencia los abogados hablan de como el sistema está diseñado para hacer el proceso tan pero tan cansado, que el afectado termine por desistir.