A los habitantes del vecino Laredo, Texas no tan sólo les ha sorprendió el quedarse sin agua, sino por igual el comprobar que sus propias autoridades municipales no contaban con la suficiente capacidad, destreza, conocimientos ni materiales a la mano para atacar una simple rotura, evidenciándose con esto y como primera autoridad, que ha sido el alcalde Pete Sáenz, incompetente ante problema del agua.
Entendiendo que, si la fuerza humana para combatir dicho daño no es bien direccionada, equipada o preparada para cualquier tipo de contingencia, en este caso con el agua, demostrará que es el jefe de esa comuna texana, el principal responsable de lo que suceda, conlleve esa escasez de agua en los hogares, negocios, escuelas y hospitales, incluso en las mismas dependencias gubernamentales.
Aquí no cabría justificación alguna de que no se tiene directa injerencia en los asuntos en el tratamiento y distribución del vital líquido, al entender que la ciudadanía laredense confía plenamente en quien los administra, en este caso su cabildo, su alcalde.
Nuevo Laredo, como ciudad hermana, se ha sorprendido de la forma tan poco profesional en la que han estado atacando este problema, asunto delicado que minimizaron primero, aduciendo que tan sólo era una simple rotura, cuando de antemano se sabía que ahí corría bajo la tierra un tubo de grandes proporciones.
Las fiestas del natalicio de George Washington estaban presentes, quizá esto provocó ese silencio gradual entre las propias autoridades municipales, entre el propio alcalde Sáenz, daños que poco a poco se fueron saliendo del control a falta de esas rápidas decisiones para considerar esto no como algo pasajero, sino ya como un asunto de interés, de preocupación de todo el cabildo entero.
Por esto y en estos momentos, ambos Laredos, como ciudades hermanas que recién acaban de refrendar sus lazos de amistad y buena vecindad, podrían estar considerando a este cabildo, al propio alcalde, como ese ente administrador que muy poco ha hecho para atender urgentemente a su población en todo lo que se replique ante esta problemática.
Pues ante ese mar de reclamos ciudadanos, de ver a una parte de la población impotente, cansada en demandar ya una solución a este asunto que ha complicado por varios días sus actividades, su forma de vida, tan sólo se han visto encontradas declaraciones de las distintas autoridades, pues mientras unas afirman ya haber concluido el problema, otros las desmienten, otros cuestionan los dineros destinados para lo mismo, confundiendo más a la población laredense.
Por supuesto que a la ciudadanía de Nuevo Laredo le preocupa por igual lo que le suceda a la gente de la vecina Laredo, Texas, al entender que en ella habita por igual su “sangre”, manifestada esta entre hermanos, hermanas, tíos, tías, abuelos, abuelas, primos, primas madres, padres, nietos, nietas, incluso costumbres.
Quizá miles de llamadas, mensajes de textos se estén cruzando diariamente entre ambas ciudades en estos últimos días a causa de este gran problema, los medios de comunicación se han encargado de externar, manifestar esto que se ha considerado como una gran sorpresa.
La gota que ha derramado ese vaso con agua ha sido la reciente petición del alcalde Pete Sáenz hacia las autoridades superiores, al argumentar y considerar a Laredo, Texas como una zona de emergencia, solicitud que refuerza hacia ese cabildo entero, esa falta de capacidad de decisión, de solución interna.
Al no comprenderse su petición, pues cierto es que tan sólo una parte de esta población es la afectada, irónico es que una simple rotura de tubería conductora del agua haya puesto de cabeza a todo el cabildo, al propio alcalde.
Visiblemente molesta se ha visto a través de los distintos medios de comunicación a la ciudadanía de la vecina Laredo, Texas, y no tan sólo de los sectores afectados, sino por igual de otros rumbos de esa propia comunidad, al afectarlos estas malas decisiones de sus autoridades a todos por igual.
Pues cierto es que la economía se mueve hacia todos los rumbos, entonces, si una parte se ve afectada por un imprevisto, por supuesto que repercutirá hacia esos muchos que dependen o trabajan en esos sectores hoy sin agua.
Otro punto de interés que ha estado irritando a la comunidad laredense, es la forma tan pasiva en que se ha estado distribuyendo el agua prometida a través de pipas, garrafas y cuanto otro recipiente para acarrear el vital líquido.
Al ver que no están acudiendo a las colonias afectadas a surtirles, obligando a trasladarse hacia donde la autoridad indique, sin considerar que muchos son personas adultas que no pueden ya manejar, otros que les es imposible, al no tener medio de transporte, o que presentan algún tipo de discapacidad física.
Por todo esto, el agua que está escaseando en estos sectores de la comunidad de Laredo, Texas, a falta de esas rápidas decisiones, de magnificar el problema a nivel estatal y nacional, traerá como consecuencia, no tan sólo la burla de ciudades vecinas texanas ante esa incapacidad para darle solución internamente, sino y muy seguramente, el optar por nuevas propuestas en las próximas elecciones.
Alcalde Pete Sáenz, incompetente ante problema del agua
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