Hace algunos años, se aprobó una ley que prohibía tener animales en los circos. La intención era buena, como muchas buenas intenciones. Sin embargo, en la práctica también ocasionó problemas.
Cuando usted se dé una vuelta por el zoológico de Nuevo Laredo podrá ver que hay varios felinos, incluyendo hermosos tigres de bengala, y uno blanco. También hay leopardos y jaguares.
Es obvio que esos animales están en un ambiente inadecuado. Hay tigres que están en jaulas donde apenas caben, con menos de cinco metros de espacio. Son verdaderas prisiones inadecuadas para tan hermosos animales.
Hay zoológicos donde a estos felinos se les dan espacios amplios, de cientos de metros, con vegetación y hasta simulación de cascadas.
Sin embargo, en Nuevo Laredo estos hermosos animales están en condiciones poco apropiadas.
La ley que prohíbe animales en los circos, no establece zonas protegidas para trasladar a esas especies. Tampoco destinó dinero para los animales que fueron enviados a los zoológicos regionales. Prohibieron, pero sin dar recursos ni alternativas.
No basta prohibir algo, hay que crear mecanismos alternos para que esos animales que fueron “despedidos” encuentren un lugar digno donde vivir.
¿Usted qué opina?
Los tigres encarcelados de Nuevo Laredo
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