Ayer en Cabildo Carmen Lilia fue enfática en decir que la fiscalía, actualmente a cargo de Irving Barrios, quien funge de manera transexenal, no le ha movido ni tantito a la denuncia interpuesta por la actual administración en contra del gobierno de Enrique Rivas.
Días antes de que arrancara el nuevo ayuntamiento, el finado Jorge Valdez denunció que se estaban llevando documentos del Palomar, lo que semanas después se evidenció con fotos y videos de una bodega en la que había cientos de cajas acumuladas con papelería crucial de las finanzas de la ciudad.
Obviamente en el último año de Cabeza de Vaca en la gubernatura, que fue el primero de Carmen Lilia en la alcaldía, el caso no iba a tener avance por obvias razones, sin embargo ahora que hubo cambio de gobierno estatal, el problema es que el congreso hizo una de esas extrañas ‘marranadas’ para dejar a Irving Barrios, la mano derecha del ex gobernador, en un nuevo sexenio, al menos en el arranque, pues debe hacerse un proceso algo complejo para revertir esas peculiares medidas que dieron atribuciones especiales al fiscal, no solo en cuanto a su permanencia en el cargo, sino de prácticamente concentrar todo el poder policial.
Los dos Laredos vivieron ayer un especial Día de Acción de Gracias ya sin restricción alguna, pues a pesar de que para muchos la pandemia suena ya algo distante, el año pasado a estas fechas todavía era necesario cargar con cubrebocas y hasta el certificado de vacunación, pero ahora que ha quedado atrás, al menos en cuanto a los drásticos niveles que en su momento derivaron en la muerte de muchas personas, la celebración pudo volver a ser lo que era antes.