RÍO REVUELTO

Buen Fin, mejor que antes

Escrito en OPINIÓN el

El Buen Fin terminó y de alguna manera logró tener una mayor afluencia que los años anteriores, pues en esta ocasión imperó un efecto de consumo local derivado de la pandemia.

Hay que recordar que en sus inicios, el Buen Fin no le hacía ni cosquillas al Black Friday, pues los neolaredenses preferían en automático comprar sus televisores en la vecina ciudad de Laredo, pero durante la pandemia con la restricción de cruce a mexicanos con visas de turista, las circunstancias mantuvieron ‘cautivos’ a la mayoría de los neolaredenses, lo que obligó a estos últimos a darle una oportunidad al comercio local.

Este efecto nos llevó a una jornada más favorable, en la que finalmente pudimos ver a los neolaredenses comprando sus televisiones, electrónicos, ropa y otros artículos del lado mexicano, aprovechando descuentos y hasta pagos diferidos o a varios meses sin intereses.

En la cuestión educativa han resonado los efectos de las nuevas medidas como la de no suspender clases por bajas temperaturas, sino de llevarlas a cabo en línea, además de que de nueva cuenta puedan reprobar a los alumnos.

Lo anterior generó reacciones encontradas, pues no todos los pades de familia están de acuerdo, sin embargo un numeroso segmento apoyó estas medidas, pues es evidente que la pandemia aunada a la indulgencia con los estudiantes ha derivado en un severo rezago educativo que solo puede revertirse con mano firme, pero comprensiva.

No se trata de dar ‘borradorazos’ y ‘reglazos’ a los alumnos como en los viejos tiempos, pero sí de disciplinar, para que a la vuelta de la esquina no tengamos profesionistas a medias; sólo imagine que los arquitectos e ingenieros no tomen en serio su trabajo al edificar su hogar, o los futuros médicos que lo vayan a tratar hayan pasado sus materias por indulgencia y no por mérito.