La ciudadanía está indignada. No es para menos. Da tristeza y coraje -quizá mucho más coraje-, darse la vuelta por cualquier colonia y ver las calles destrozadas.
Megabaches, súpersocavones, calles con basureros y tiraderos, abandono, falta de alumbrado e inseguridad.
“Triste realidad, nuestra ciudad deshecha, sin progreso debido a gobiernos municipales que sólo han visto sus intereses personales y enriquecimientos ilícitos, y como siempre el pueblo el más afectado. Los últimos cinco años, los peores para Nuevo Laredo. Cero crecimiento, Cero desarrollo”, comenta Diana Cantú en las redes sociales, en las que se informa del último socavón frente al Parque Mendoza.
Otro socavón más, y los que faltan... dicen otros. Nuevo Laredo es una devastación apocalíptica.
Las autoridades municipales le echan la culpa a las lluvias. A ver, ¿por qué Laredo, Texas, no tiene socavones o colonias completas con calles destrozadas como las de Nuevo Laredo? Porque del otro lado vigilan mejor la calidad de los materiales y las obras.
En Nuevo Laredo es distinto. “Los mismos trabajadores lo dicen: hacemos trabajos a la brava, con un tubo de cámara de bicicleta amarrado sobre el tubo de la fuga de agua y el que sigue!!”, comenta otro lector en las redes.
Algunos sospechan que el desastre será una herencia dejada a propósito, para dificultar el trabajo al próximo gobierno municipal.
“Y como siempre no lo van arreglar, para cuando entre Morena echarle la culpa del mugrero que dejan los ratas del PAN”, comentó la lectora Claudia Rosas.
“El mugrero que deja Robas, digo Rivas. Carmen Lilia, que va tener que hechar andar todo el desorden que deja está administración”, añade Lety Cárdenas.
Es un hecho que esta administración está dejando una ciudad colapsada.
Ni el alcalde con licencia, ni el sustituto dejarán una ciudad próspera, limpia y ejemplar. Al contrario, dejarán como maldición, una ciudad en ruinas.
¿Usted qué opina?