PASADIZO SECRETO

Puente Colombia ‘consume’ a Ciudad Anáhuac

Escrito en OPINIÓN el

Un sentimiento muy grande han de tener la mayoría de los residentes de Anáhuac, Nuevo León, por no contar en su propia comunidad al menos con un hospital para atenderse la salud dignamente, al ver que sus gobernadores, sólo enfocan su ambición y proyecto en su cruce internacional, evidenciando con esto que, el puente Colombia, “consume” a Ciudad Anáhuac, Nuevo León.

Como ciudades vecinas, Nuevo Laredo ha dado cuenta a través de su historia, cómo han sufrido, cómo han sido tratados los habitantes de Ciudad Anáhuac, y no sólo por sus fracasos agrícolas, si no por ese marcado olvido de su propio gobierno neoleonés.

Ante los ojos de toda la franja fronteriza, tanto del lado mexicano como norteamericano, y por casi treinta años, estos pobladores han sido testigos como el estado de Nuevo León, sus gobiernos, sus grandes empresarios le han apostado mas por impulsar su cruce internacional, que a esas poblaciones tan valiosas como Anáhuac.

Ver por lo mismo, como el deterioro fluye por la mayoría de los rumbos de esa ciudad, que la escasez de sitios de calidad en donde se ofrezca desde ese excelso servicio médico, hasta esas oficinas gubernamentales modernas, aún no son realidad a falta de atención e interés de quienes los han gobernado estatalmente.

Lamentable es por igual el conocer que dicha población en ningún momento ha sido promocionada, constatar que sus carreteras de ninguna forma han sido modernizadas, adecuadas a la vida actual.

Por esto, es que Ciudad Anáhuac, Nuevo León, ante los ojos de sus visitantes, de las propias ciudades vecinas como Nuevo Laredo, incluso del lado texano, es que la siguen apreciando como una pequeña población, otra vez como casi una villa, al no verse en las tres últimas décadas cambios significativos en ella.

Por supuesto que se sigue admirando y generacionalmente comentando su trazo de calles y avenidas tan correcto e impresionante, pero lejos está de “comulgar” ese arte, con la modernidad por sus propios pobladores ya más que demandante.

No se tiene que recurrir a historiadores, ni mucho menos a citar biografías o a la lectura de libros para saber y entender lo que en Anáhuac ha sucedido, pues esto se ha trasmitido de “oído” hasta llegar aun a estos días, el que esta población, en variadas ocasiones si que ha tenido en progreso grandes altibajos.

Que ante esto sus pobladores, esos impulsores por tradición familiar e histórica, han soportado y salido avante ante infinidad de situaciones adversas, sobre todo, las económicas que los han puesto al borde de la quiebra y desesperación.

De Ciudad Anáhuac se puede considerar que su creación fue meramente accidental, a necesidad de la expropiación de los espacios de moradores que se asentaron atraídos por y para la construcción de la presa conocida como “Don Martín”, por lo tanto, esos luchadores y trabajadores de antaño son la esencia misma de esta actual población.

Remarcar que tuvo por igual un auge económico entre los años treinta y cuarentas, cuando el algodón, su cultivo y comercialización si que les trajo a todos sus pobladores y a sus alrededores, progreso económico, por lo tanto, Anáhuac era para su gobierno en esos tiempos y comercialmente hablando, una “pepita de oro” recién encontrada, por lo mismo ampliamente valorada.

Recordar que cuando ese auge agrícola y comercial vino a menos, los apoyos gubernamentales y programas del campo para estos dejaron de fluir, poniéndoles muchas trabas en los créditos para subsistir, el propio Nuevo León desentendió sus necesidades.

Todo este antecedente viene a colación, al ver cómo actualmente Ciudad Anáhuac sigue estando marginada de ese progresista estado neoleonés, ver con incredulidad, como es que ahí no se ha proyectado cuando menos una universidad de medicina para atraer infinidad de estudiantes al menos a nivel regional.

Generar en consecuencia ese turismo medico, estableciéndose ahí grandes y prestigiosos centros hospitalarios, hoteles, centros comerciales, ser sede pues de algo grande y atractivo que proyecte otro tipo de economía a esta ciudad, tal y como ocurrió en los años treintas y cuarentas con el auge del algodón.

No se ha visto del propio gobierno neoleonés esos apoyos para la creación impulso de grandes parques, aprovechando por supuesto sus paisajes naturales para atraer turismo, no se ha demostrado ese real interés del gobierno neoleonés por incentivar a esta población para colocarla al igual que sus similares ciudades como Guadalupe, Cadereyta o el propio San Nicolás, en el pedestal de la industria y fomento comercial.

Es una pena que gobernador tras gobernador, siempre vengan con la mentalidad de incentivar, proyectar, impulsar al llamado puente Colombia, que sus intenciones tan solo y en esa región estén enfocadas a darle vida sin importar el gasto, aun comprobando que este cruce internacional no genere esa captación económica deseada.

Entonces, la promoción de ese camino tan comentado y trillado por anteriores gobernadores, ahora retomado por el próximo gobernador como es el La Gloria-Colombia, viene por supuesto a dar ese “puntillazo” adicional a Ciudad Anáhuac, al poner en evidencia que hacia dicho sector neoleonés no importa mas nada, que la conclusión de tan soñada conexión hacia su puente internacional.

Terca actitud que dejaría otra vez sin apoyos, sin proyectos, sin vida comercial a esas poblaciones cercanas como la misma Anáhuac, las que sobreviven gracias a sus propios impulsos y proyectos comerciales, familiares, cortándoles y de tajo esas ilusiones de pasar a ser por fin ese motor productivo, industrial.

Hoy los pobladores de Anáhuac, Nuevo León, deberían de exigirle a su próximo gobierno que desvié su atención sobre dicho camino La Gloria-Colombia y de su puente internacional, lograr con esto, que ahora si los volteen a verlos a ellos para sacarlos de ese eterno y generacional olvido.