No estuvimos mejor con Rivas, los datos nos lo confirman. Tan sólo basta compararlo con la administración anterior que él. A pesar de que tuvo cinco años para gobernar, la ciudad empeoró -más baches, socavones, menos inversión en obra pública, menor creación de empleos.
Según el IMSS, por ejemplo, en la administración de Carlos Canturosas, que duró solo tres años, se crearon más de 14 mil empleos en la ciudad. Veíamos un Nuevo Laredo pujante y ansioso de salir adelante. Durante la administración de Rivas se generaron alrededor de 7 mil empleos únicamente.
Podríamos comparar el gasto en obra pública que con Canturosas era de más de mil 200 millones de pesos al año, mientras que con Rivas menos de 700 millones en obras que nunca vimos. Rumbo al cierre del trienio de Canturosas se inauguraban obras casi a diario, calles pavimentadas, plazas, parques, y más, mientras con Rivas sólo vimos sueños inconclusos y excusas. Aún podemos transitar por las calles de la ciudad y ver los daños en la infraestructura que él mismo provocó al omitir mantener las obras que ya existían.
Incluso hoy, en el umbral de una nueva administración, vemos la inactividad del presente gobierno, herencia maldita de un Enrique Rivas que ruega por regresar. Sólo basta con ver el trabajo de la alcaldesa electa, Carmen Lilia Canturosas, que recorre colonias sin haber entrado aún en funciones, recolectando las ramas y daños que dejó la pasada tromba y las convierte en abono para ayudar a reforestar una área en la que se estaba cometiendo un ecocidio como lo es la “ruta jabalí”.
Lejos quedó el actual gobierno, ese de Rivas, el que nos gobernó por cinco años, de ser cercano a la gente. Aunque sí cumplió con su promesa: “menos gobierno…”. Durante la administración de Rivas vimos enriquecerse a pocos, esos con acceso y privilegios en la administración pública. Esos, junto a él, que utilizaron recursos públicos para sus restaurantes, viveros, locales en renta, casas y otras inversiones que lograron con dinero público. Incluso ahora dicen haber cancelado el proyecto del megaparque y World Trade Center (el cual se suspendió por el recurso de amparo que presentamos) para utilizar ese dinero en apoyo de la población que sufrió daños por la tromba. ¿Dónde están esos apoyos? Ha apoyado más Carmen Lilia con recursos propios que el propio gobierno municipal.
Y el gobierno del Estado no se queda atrás. De acuerdo a los últimos datos, publicados por El Economista, Tamaulipas está en el lugar 26 de los 32 estados en creación de empleos según el IMSS. Es decir, no vamos bien, es falso lo que presume el Gobernador, 25 estados del país avanzan más en creación de empleos que Tamaulipas. Con un gobernador que es un presunto delincuente, temeroso a enfrentar la ley y protegido por un Congreso que está más dispuesto a blindar a una persona que a trabajar su gente.
Esta es nuestra realidad. Vivimos en una ciudad que fue defraudada por los caprichos e intereses de una persona: Enrique Rivas. Ese mismo personaje que, de acuerdo a información del propio gobierno del Estado, ha dilapidado su orgullo rogando por una audiencia con el Gobernador para que le permita regresar a terminar su administración. No tiene vergüenza.
Es nuestra realidad, un gobernador del Estado más interesado en incrementar sus riquezas personales y en atender sus venganzas privadas que a su propio pueblo. Es nuestra realidad, una que ya cambiamos en Nuevo Laredo con nuestro voto. ¿La cambiaremos también en Tamaulipas el próximo año?.