RÍO REVUELTO

Lo que el viento se llevó: las promesas de Rivas

Escrito en OPINIÓN el

Prometer es fácil y lo pueden hacer todos los candidatos, pero el valor no recae en eso que dicen, sino lo que cumplen, pues al final un político se mide por eso.

El caso de Rivas es particularmente criticable, pues se trata del alcalde que luego de dos periodos que dejaron mucho que desear, hoy sale a pedir el voto entre los ciudadanos que tanto decepcionó, en medio del descaro y tantos reclamos precisamente de promesas incumplidas.

El transporte público es una de esas promesas que se llevó el viento, fue un 26 de abril del 2016 cuando presentó sus ejes rectores en el Centro Cultural, en donde dijo que en su administración no habría lugar para camiones obsoletos y que en su lugar tendría modernas unidades tipo “oruga” con capacidad hasta para 70 personas, climatizadas, con Wi-Fi y con una puntualidad en sus llegadas a los paraderos, en fin, prometió algo mejor que lo que hay en la vecina ciudad de Laredo, de hecho la pintó como un nuevo Dubai, en este y varios aspectos.

Al final, como usted lo puede ver un día cualquiera en sus trayectos por la ciudad, de ese utópico concepto de transporte público no hay nada, de hecho no se ve que al menos hiciera el intento con sus más de 15 mil millones de pesos que tuvo de presupuesto, pues dinero hubo, voluntad no.

Esto, por mencionar un ejemplo, pues en el caso de Rivas hay tantas promesas que se quedaron en el aire, pareciera que más que cualquiera de sus antecesores, razón por la que incluso una gran cantidad de ciudadanos se atreve a afirmar que es el peor alcalde que ha tenido Nuevo Laredo, y aunque tiene competencia en ese tenor, pudiera ser el campeón.

Aunque muchos alcaldes han sido acusados de desvío de recursos, sus administraciones suelen tener obras que quedaron para la posteridad, mayormente en calidad de “elefantes blancos” claro, pero al final, obras de cabecera.

Rivas por su parte se irá sin dejar nada, de hecho en la noción de los ciudadanos el “Megaparque” iba a ser la obra que no necesitaba la ciudad, pero que de todas maneras se haría, al final, concluirá su administración y lo único que habría hecho respecto a ese proyecto, fue gastar 3 millones de dólares en el terreno, pues difícilmente la siguiente administración le dará continuidad.